La jueza de instrucción número 2 de Tui (Pontevedra) avanza en sus pesquisas tras la reapertura del caso sobre la muerte de la joven viguesa Déborah Fernández, cuyo cadáver apareció hace más de 17 años, y este jueves ha tomado declaración a otros seis testigos.
Los testimonios de esta jornada fueron acordados a propuesta de la Fiscalía y de la propia jueza, y se trata de personas del entorno de la víctima, aunque no ha trascendido su identidad ni el contenido de sus declaraciones. De hecho, las personas que han acudido al juzgado han declinado hacer manifestaciones ante los medios, y solo una de esas personas ha pronunciado un escueto «todos queremos saber quién es el culpable».
Déborah Fernández-Cervera desapareció en abril de 2002 cuando había salido de su casa para hacer deporte por la zona de Samil. Varios días después, su cadáver fue localizado en una cuneta en el municipio de O Rosal, sin ropa, cubierto por vegetación y sin signos de violencia.
Por estos hechos nunca fue detenido ni imputado nadie formalmente y, tras años de investigación y diversas vicisitudes, el caso estaba ‘parado’ judicialmente.
Ante la inminencia del plazo de prescripción (en 2022), la familia y allegados de la joven iniciaron una campaña de recogida de firmas a través de change.org, con pegada de carteles, y diversos actos, para pedir la reapertura del caso y tratar de que «se haga justicia».
En noviembre pasado, después de la presentación de nuevas pruebas, la jueza de Tui dictó auto reabriendo el procedimiento, y citando a siete testigos, que declararon el pasado diciembre. A estos testimonios se han unido los 6 nuevos testigos que han pasado por el juzgado este jueves, y no se descarta que sean citadas más personas.
