El temporal de los últimos días ha provocado un derrumbe significativo en la zona de los acantilados de Campelo, en el municipio de Valdoviño (A Coruña), un suceso que, si bien impactante, se enmarca dentro del proceso natural de erosión del terreno.
Según ha explicado Francisco Canosa, geólogo y director científico del Xeoparque Cabo Ortegal, el fenómeno se debe a la erosión natural de rocas formadas hace millones de años. La climatología adversa reciente, caracterizada por fuertes lluvias y la acción constante de las olas, ha contribuido a la degradación del acantilado y al aumento de su inestabilidad.
El derrumbe afectó a una zona compuesta por gneises, un tipo de roca con más de 300 millones de años de antigüedad. Las intensas jornadas de lluvia han saturado las grietas de estas rocas con agua, incrementando su peso, lo que finalmente desencadenó el desprendimiento por efecto de la gravedad.
El director científico ha advertido que actualmente aún existen grietas visibles que muestran un avanzado estado de erosión, por lo que no se descarta la posibilidad de que se produzcan nuevos desprendimientos en los próximos días.
Por ello, desde el Xeoparque Cabo Ortegal se hace un llamamiento a la máxima precaución y se recomienda encarecidamente a los usuarios no acercarse a la zona afectada de los acantilados de Campelo, en la parroquia de Meirás, en la comarca de Ferrolterra.

