Augas de Galicia adoptará este jueves la decisión definitiva sobre la actuación que es necesario acometer en la presa de Eiras para solventar el problema generado por el deterioro grave de dos de las cuatro válvulas que regulan el suministro de agua.
Así lo han trasladado fuentes autonómicas, que han explicado que, en la revisión realizada este miércoles, se ha constatado que una de las dos válvulas dañadas ha empeorado su deterioro y lo que era un pequeño poro se ha convertido en un pequeño chorro. Así se ha podido comprobar en una inspección visual de la instalación.
La nueva incidencia ha sido comunicada a la concesionaria municipal del agua de Vigo, Aqualia, «para que lo tenga en cuenta», ya que es la empresa encargada de manipular esas válvulas y el empeoramiento de los daños puede «limitar» esa operatividad.
Augas de Galicia ha insistido en que es la concesionaria del Ayuntamiento la única que abre y cierra las válvulas, tal y como se acordó en enero de 2023, cuando la administración local entregó las llaves al organismo autonómico.
Tras la última inspección, Augas de Galicia ha insistido en que «quedó en evidencia que no se trata de un problema que se pueda solucionar con la colocación de válvulas provisionales de 50.000», como sostiene el Ayuntamiento. Por ello, ha confirmado que la Xunta de Galicia «adoptará este jueves la decisión definitiva sobre la actuación a acometer en la presa, con las consecuencias que pueda acarrear de cada al futuro».
Todo ello, insiste el organismo, «partiendo de la base de que no se puede comprometer el abastecimiento a Vigo y al resto de de ayuntamientos que dependen de la presa de Eiras para el suministro de agua, con más de 400.000 personas afectadas».

