El Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) y el Massachusetts Institute of Technology (MIT) han celebrado en A Coruña el primer intercambio de personal dentro del programa ‘MIT-Spain Inditex Circularity Seed Fund’, en el marco del proyecto ‘Unifying global seawater pH measurements for ocean acidification & climate’ para unificar las mediciones globales de pH marino y avanzar en el estudio de la acidificación oceánica.
Liderado por Marta Álvarez (IEO-CSIC) y Ryan Woosley (MIT), la iniciativa busca armonizar los métodos de análisis del pH en el agua de mar y mejorar la comparabilidad de los datos sobre el cambio climático.
Durante la semana del 13 al 17 de octubre de 2025, equipos de ambos centros trabajaron conjuntamente en el Centro Oceanográfico de A Coruña y en el Centro Cívico da Cidade Vella, con el objetivo de comparar y validar diferentes métodos de medición del pH en agua de mar y establecer una base común para su aplicación a nivel global.
«La acidificación oceánica es uno de los grandes retos ambientales de nuestro tiempo, pero aún no podemos cuantificar con exactitud y precisión cuánto está descendiendo el pH del océano», ha explicado Marta Álvarez, oceanógrafa química del IEO-CSIC. «Por eso es fundamental consensuar una metodología unificada que garantice resultados consistentes y comparables entre países y laboratorios», ha añadido.
El IEO ha explicado que el pH es una variable esencial para comprender la química del carbono oceánico, estrechamente ligada al cambio climático y al equilibrio biológico de los ecosistemas marinos. Una disminución de este parámetro puede afectar gravemente a organismos calcificadores -como moluscos, corales o crustáceos- y tener consecuencias sobre sectores económicos clave, como la acuicultura y el marisqueo, especialmente en regiones como Galicia, han apuntado los expertos.
«Participar en esta colaboración con el MIT nos permite avanzar hacia una estandarización global de las medidas de pH en agua de mar, un paso clave para entender mejor la acidificación oceánica y sus impactos sobre los ecosistemas y las comunidades costeras», ha señalado Maribel García-Ibáñez, oceanógrafa química del Centro Oceanográfico de Baleares del IEO-CSIC.

                                    