Más del 95% de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama mediante el programa de detección precoz del Sergas continúan con vida cinco años después.
Este es uno de los datos que se sustrae del último informe sobre la supervivencia del cáncer de mama en Galicia, con datos recabados hasta 2020, publicado por el Servizo Galego de Saúde y que se centra en el impacto del Programa Galego de Detección Precoz do Cancro de Mama (Pgdpcm), entre otros aspectos.
El cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres. La tercera parte de los cánceres que se diagnostican en la mujer son de mama. Aproximadamente una de cada 13 mujeres desarrollará un cáncer de este tipo antes de los 75 años. En 2022 se detectaron 1.853 nuevos casos, el 26% de los tumores que se detectaron en mujeres ese año. Es también la primera causa de muerte por cáncer entre mujeres en Galicia, con 417 fallecimientos en 2021.
Si bien es el más común, también es uno de los cánceres que permite que las mujeres que lo padecen vivan más tiempo si se compara con otros, sobre todo en aquellas pacientes en las que se detecta cuando todavía está empezando a crecer. En este caso, es más fácil de curar y el tratamiento puede ser menos agresivo y con menos efectos secundarios.
Con este objetivo nación el programa de detección precoz en 1992, que alcanzó una cobertura total en 1998. Hasta 2004, el programa se dirigía a mujeres residentes en Galicia con edades comprendidas entre los 50 y los 64 años. Ya en 2005, y bajo las directrices de la Unión Europea, comenzó la ampliación progresiva del grupo de edad hasta los 69 años, objetivo que se alcanzó plenamente en 2009.
Desde septiembre de 2022, una actualización de las directrices sugiere evaluar una nueva ampliación del cribado entre los 45 y los 74 años. El gallego comenzó esta adaptación de 50 a 74 años en septiembre de 2023, alcanzando a toda la población objetivo en pocos meses.
MÁS DE UN 80% DE PARTICIPACIÓN EN EL PROGRAM
Tal y como recoge el informe, entre 1992 y 2020 se invitó a 3.586.524 mujeres a participar en el programa y se realizaron 2.841.056 exploraciones, por lo que la participación global en ese periodo fue del 79,2%. De hecho, desde 2013, se mantiene estable por encima del 80%.
En cuanto a los resultados, el 97,1% de las participantes tuvieron un resultado negativo, y al 2,9% se le hizo una valoración cínica adicional. Entre 1992 y 2020 se diagnosticaron 10.680 casos de cáncer de mama, lo que supone una tasa de detección de 3,8 casos por cada 1.000 mujeres exploradas, y un valor preditivo — la probabilidad de que una mujer con resultado anormal en la mamografía padezca cáncer — del 13%.
El 26% de las mujeres fueron diagnosticadas cuando acudieron por primera vez al programa, mientras que el 70% lo fueron en una ronda sucesiva consecutiva. En cuanto al estadio, el 92% de los casos fueron diagnosticados en estadio I (62%) o II (30%), pero destacan que la frecuencia del estadio I fue aumentando a lo largo del periodo de estudio, en tanto disminuía la frecuencia del II.
En cuanto a las defunciones, hasta el 31 de diciembre de 2022 fallecieron por cáncer de mama 707 de las mujeres diagnosticadas por el plan, lo que supone una tasa de 7,3 defunciones por 1000 mujeres/año.
Destacan el descenso de la mortalidad en las casi tres décadas que lleva implantado el programa. Más concretamente, a los cinco años del diagnóstico la tasa pasó de 12,5 por 1.000 en la primera cohorte de mujeres a 3,8 en la última cohorte completa de cinco años (2013-2017).
FUNCIONAMIENTO DEL CRIBADO
La citación para el cribado se realiza cada dos años y es personal, a través de un SMS enviado en los 10 o 15 días previos a la cita. Al acudir, la paciente debe presentar su DNI o ducumento acreditativo de identidad y recomiendan llevar ropa cómoda, además no echar talco o crema en las mamas.
La prueba consiste en una mamografía en dos proyecciones, realizada con un aparato especial de rayos X, evaluada por dos radiólogos de forma independiente, prevaleciendo el resultado más desfavorable.
Normalmente se realizan dos radiografías de cada mama y, aunque suele ser indolora, para que la radiografía sea de buena calidad, es necesario apretar la mama desnuda entre dos soportes unos segundos, lo que puede causar incomodidad en algunas mujeres, especialmente en aquellas que realizan la prueba en los días previos a la menstruación.
Si el resultado de la mamografía está dentro de la normalidad, la mujer recibe un mensaje en su móvil avisándole del mismo. También podrá acceder a él en su centro de salud pasado un mes desde la realización de la prueba.
En caso de que se detecte algo «anormal», se realizan pruebas complementarias que proporcionen un diagnóstico definitivo. Para ello, la paciente recibe una carta con una cita para acudir a su hospital de referencia. En la mayoría de los casos, las pruebas consisten en otra mamografía o en una ecografía.
En 6,5 mujeres de cada 1.000 que hacen una mamografía, es necesario recoger una muesta de tejido del pecho (biopsia) para comprobar si es un cáncer. Finalmente, tan solo en 3,6 mujeres de cada 1.000 que realizan una mamografía en el programa se diagnosticará un cáncer de mama.
Asimismo, cabe la posibilidad de que sea conveniente repetir las mamografías en un plazo de un año para comprobar que no hay cambios. El programa volverá a citarla por carta en ese plazo.
LA IMPORTANCIA DE LAS AUTOEXPLORACIONES
El Sergas recuerda que la participación en el programa no tiene coste de ningún tipo y que existe transporte gratuito en autobús a disposición de las mujeres residentes en aquellos municipios que están alejados o que con vías con dificultad para llegar a la unidad de mamografía. De ser el caso, la paciente recibirá la información por carta.
Además, anima a llevar a cabo autoexploraciones regulares, de forma que si se detecta algún cambio en los pechos o axilas, se solicite una cita médica. Los cambios a tener en cuenta, entre otros, son vultos, dolor, que salga líquido por el pezón, hinchazón o cambios en la piel.