El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha acusado a la Xunta de Galicia de restar importancia a la situación de sequía en la ciudad y de pretender trasladar la idea de que «todo está normal» porque «quiere que se consuma mucha agua para que nos quedemos sin ella».
Así lo ha manifestado el regidor olívico en declaraciones remitidas a los medios, en las que ha alertado de que, en este momento, la ciudad tiene agua «solo para 100 días». «Estamos en una situación difícil», ha advertido, y ha señalado que, según los datos de ocupación de la presa de Eiras, el volumen de agua embalsada es incluso inferior al de estas fechas en 2017, cuando Vigo «estuvo a punto de quedarse sin agua». «Todos recordamos la sequía de 2017, pues estamos peor», ha recalcado.
Por ello, ha censurado las declaraciones de la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, que en las últimas horas aseguraba que el abastecimiento estaba garantizado aunque no lloviese hasta enero, unas manifestaciones que Caballero ha tildado de «falsas y extemporáneas».
Al respecto, el alcalde ha criticado que la Xunta se atreva a garantizar el abastecimiento cuando «no hizo nada», ya que ha sido el Ayuntamiento el que ha adoptado medidas, como la construcción de una nueva potabilizadora o y las restricciones que operan desde agosto pasado para ahorrar agua.
El alcalde de Vigo ha recordado que el municipio de Baiona, que se abastece de la presa de Zamáns está en una «situación límite» y que su alcalde ya se ha dirigido al Ayuntamiento olívico para pedir agua. «La pidió a Vigo, no a la Xunta», ha enfatizado Caballero.
Asimismo, ha vuelto a exigir que se reduzca el caudal ecológico de la presa de Eiras para embalsar más volumen de agua y ha afirmado que la Xunta traslada una mensaje de aparente normalidad y se niega a reducir ese caudal «porque quiere que Vigo se quede sin agua». «El mensaje de la conselleira es porque quieren que se consuma mucha agua y que nos quedemos sin agua», ha aseverado el regidor.