Activistas de Ecoloxistas en Acción han simulado la aparición de varios bidones de residuos nucleares en una playa de Vigo (Pontevedra) para llamar la atención acerca del amontonamiento de estos materiales frente a la costa gallega, y sobre la «necesidad de dejar de emplear la energía nuclear».
Buques holandeses, belgas y británicos descargaron desechos radiactivos en la Fosa Atlántica, en aguas internacionales, entre las décadas de los cuarenta y los ochenta del siglo XX. Tras una reciente expedición francesa para localizar estos residuos, Ecoloxistas en Acción alerta de que hay más de 200.000 bidones a unos 700 kilómetros de las costas gallegas.
Asimismo, aunque se declaró una moratoria en 1993, recuerdan los ecologistas que hasta aquel entonces no se prohibió la «escala internacional de esta barbaridad» de tirar residuos nucleares en el mar.
Por ello, inciden en que se está vertiendo al mar el agua radiactiva derivada de la catástrofe nuclear de Fukushima, y que Japón acumula más de un millón de toneladas de agua al océano Pacífico desde 2023. «Si no se remedia, seguirá durante décadas», han alertado.
De esta forma, los ecologistas insisten en que «los residuos nucleares deben de mantenerse aislados de los seres vivos durante períodos de siglos a centenares de miles de años».
«Abandonarlos en el mar es una completa irresponsabilidad, pero producirlos también lo es», advierten.
«UNA TAREA DIFÍCIL»
En esta línea, los ecologistas han subrayado que abandonar la producción nuclear es una tarea difícil de asumir para el conjunto de la sociedad, pero «sobre todo para los partidos políticos que prefieren dejárselo a los que vengan después».
«No les preocupa que se aumente la cantidad de residuos a gestionar y el riesgo de accidentes por la edad de las centrales. No hay siquiera una lógica económica, pues la electricidad nuclear es más cara que la de tecnologías renovables, ha declarado el coordinador de Ecoloxistas en Acción, Eloy Pérez.