Trabajadoras del servicio de Protección y Reforma de Menores se han concentrado este martes, convocadas por el sindicato CUT, frente a la delegación territorial de la Xunta en Vigo, para reclamar un convenio gallego que acabe con la precariedad en el sector.
Así, han denunciado que las trabajadoras tienen que sufrir «salarios irrisorios, ratios de personal que implican una sobrecarga descomunal para poder cumplir el servicio, disponibilidad durante todos los días y horas del año, dificultades en la conciliación familiar, carga emocional y estrés como medio de vida, o escasez de medios».
El colectivo ha destacado la importancia de su función social, porque los menores vulnerables necesitan una atención adecuada con rescursos suficientes, «que no puede depender de presupuestos ajustados siempre a la baja».
«Desempeñamos un papel fundamental en la protección y bienestar de los menores, dedicando nuestro tiempo y esfuerzo en una vocación genuína por brindarles un futuro mejor», han reivindicado, y han insistido en que los menores «tienen derecho a recibir una atención socioeducativa digna, de calidad y por profesionales formados».
Sin embargo, han denunciado, estas trabajadoras sufren condiciones precarias y una falta de reconocimiento a su labor, que no está en sintonía con la importancia de su desempeño, algo de lo que responsabilizan a las instituciones públicas y a las patronales del sector.
Por otra parte, ha criticado que el V Convenio Estatal del sector no recoge sus necesidades, e incluso las empeora, al establecer «personas trabajadoras de primera y de segunda», por lo que han pedido a la Xunta y a la patronal que apliquen la misma subida económica a todas, eliminando la discriminación que supone el artículo 65 del Convenio.
Igualmente, han defendido la necesidad de un convenio gallego para que las condiciones de las trabajadoras sean acordes a sus particulares necesidades, y que tenga su correspondencia con los presupuestos de la Xunta de Galicia.