Augas de Galicia continuará, como ya ha realizado durante la última semana, con una «programación continua» de trabajos de conservación fluvial con el objetivo de evitar los arrastres de las cenizas de incendios a los ríos ante la llegada de las lluvias.
Así lo ha destacado la conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático, Ángeles Vázquez, en una visita a la parroquia de Santa Cristina de Cobres, en el municipio de Vilaboa (Pontevedra), afectada por un incendio en agosto.
Este, junto a Ponteceso, Meaño y Lousame, es uno de los lugares en los que la entidad autonómica ha trabajado durante la última semana para reducir los efectos de las escorrentías. Estas tareas se limitan a los ríos de la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa, la única de competencia autonómica de las cuatro en que se divide la comunidad.
Las tareas consisten, según informa la Xunta, en la instalación de barreras anticontaminación en los entornos fluviales, como cordones vegetales a base de ramas y troncos procedentes del entorno afectado por el fuego para crear entramados de biomasa que minimicen la pérdida de suelo y favorezcan la pronta implantación de especies vegetales.
A mayores, también se están colocando barreras de madera, transversales al curso del propio canal, en puntos con elevada pendiente donde pueden resultar efectivas para reducir la velocidad del agua y fijar arrastres.
Por ejemplo, en Vilaboa se están instalando 3.710 metros de cordones de vegetación y 110 metros de albarradas en 12 puntos del canal. Además, en este caso está previsto acometer labores de restauración en dos puntos en los que se ejecutaron cortafuegos, lo que supuso la ocupación del canal por tierra y vegetación que ahora serán retiradas para estabilizar y naturalizar el espacio.