El incendio registrado en Larouco (Ourense) «se comportó de un modo explosivo» y pasó el Sil hasta por 15 puntos, para acabar entrando en la provincia de Lugo, al cruzar a Quiroga.
Con este ejemplo ha destacado la excepcionalidad de la ola de fuegos que asola a Galicia la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, quien se ha reunido en la tarde de este sábado en Ourense con altos mandos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y con el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco.
En sus declaraciones a los medios, en los que ha reiterado que los servicios de extinción se llevan enfrentando desde julio a jornadas con «entre 40 y 50» avisos de fuego, la conselleira ha explicado que «las condiciones meteorológicas no apuntan bien».
«No apuntan bien», ha insistido, antes de recalcar que Galicia se enfrenta a unos incendios de una magnitud hasta ahora desconocida, «no solo por el incendio en sí, sino por las condiciones meteorológicas que propician que se activen más».
«Así lo vimos ayer en el incendio de Larouco. Ese que, llegada la tarde, se comportó de un modo explosivo y pasó el Sil hasta por 15 puntos, cruzando en Quiroga y entrando en la provincia de Lugo», ha relatado.
«TORMENTA PERFECTA PARA EL DESASTRE»
La conselleira ha indicado que se trata de incendios de sexta generación, como el que tres años atrás afectó a O Courel. Recordó que los técnicos apuntaban a que este tipos de fuegos se podría repetir «cada diez años».
«Pero se repitió en tres y es preocupante. Son incendios muy cambiantes y muy difíciles de apagar. Se reactivan, parece que están controlados y vuelven a eclosionar con las altas temperaturas y la falta de precipitación», ha profundizado, para concluir que se fragua «la tormenta perfecta para el desastre».