La presidenta de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Galicia, Nuria Rodríguez, ha hecho un llamamiento a la prevención y la concienciación sobre la importancia de seguir las recomendaciones en playas y piscinas ante el aumento este verano de las imprudencias y también de casos de ahogamientos, ya no en personas mayores que sufren una indisposición sino en más jóvenes.
En declaraciones a Europa Press, reconoce que hay preocupación y más después de que Galicia sea un año más una de las regiones con mayor número de ahogados. En lo que va de 2025 y, según las últimas cifras publicadas por la Federación Española de Salvamento y Socorrismo, han muerto un total de 34, ocho en el mes de julio ya sea en playas, ríos, piscinas y otros espacios acuáticos.
Y es que la comunidad gallega se sitúa este año como la quinta con mayor número de muertes por ahogamiento, solo detrás de Andalucía, Canarias, la Comunidad Valenciana y Cataluña en un año en el que, a nivel estatal, han fallecido 302 personas ahogadas.
La presidenta autonómica de la Federación remarca el hecho de que se estén registrando cada vez más casos vinculados a imprudencias «que se pueden evitar» y no el de una persona mayor «con un problema cardíaco y al que no se puede reanimar». «Este año es destacable», lamenta al aludir a situaciones como personas que se tiran desde una altura considerable, en zonas que no conocen y luego no son capaces de salir a la superficie.
Aunque asegura que normalmente el perfil de la persona que se ahoga es en Galicia el de alguien de más de 65 años, insiste en casos registrados en Pontevedra recientemente. «Una fue en una zona prohibida al baño en Catoira y otro que se tiró a una poza y ya no salió a flote, era gente joven», remarca.
Por otra parte, subraya que entre las doce de la mañana y las cuatro de la tarde es cuando se produce el mayor número de imprudencias e insiste en que están detectando más sobre todo en gente joven, aunque también apela a la concienciación de progenitores que dejan a sus hijos solos en el agua y a edades tempranas.
MÁS SOCORRISTAS
«La gente no es consciente de los peligros que conlleva el mar y en Galicia viene mucha gente de fuera que no sabe que hay corrientes y que la marea sube y baja a un ritmo importante y al niño que casi no sabe andar se le deja en el agua y no ven la fuerza que lleva el mar», apunta al igual que otros casos de peligro si no se le acompaña de la mano y se está a su lado.
«Falta educación, es importante que se haga caso a los socorristas», expone para reivindicar la importancia de que se extienda la presencia de estos profesionales a arenales que ahora no cuentan con ellos pero también en que no se les vea como una figura que está «al servicio de todos, para limpiar, para coger las medusas, para curar gaviotas, auxiliar de baño que ayuda a la gente mayor o personas con movilidad reducida».
«Eso es lo que piensa la gente, te ven con muchas funciones», asevera para incidir en la importancia que tienen los socorristas pero también en que se les haga caso cuando advierten de peligros o comunican determinadas prohibiciones existentes según el estado del mar.
SEGUIR LAS NORMAS
«Las imprudencias se pagan», apostilla para incidir en la importancia de que se se sigan las normas que fijen los carteles o que no se bañen en el mar cuando hay bandera roja o se extreme la precaución en caso de permitirse el baño.
En este sentido, recalca que todas las playas deberían tener socorristas y, al margen del problema de presupuesto al que hacen referencia algunos ayuntamientos, asegura que para captar profesionales debería ampliarse el número de meses que trabajan. «Donde son tres meses no hay problema, donde son dos o menos es muy difícil», asevera sobre el tiempo de trabajo en unas zonas o en otras.
Cuestionada si, en general, la señalización es buena, sentencia que hay «de todo», pero insiste en que donde no hay servicio de salvamento deben de especificarse bien las normas en carteles. «Y que la gente aprenda a llamar al 112» antes de tirarse al agua sin saber bien lo qué hacer.
«Se tiran por el accidentado y, en vez de una víctima, tenemos dos». «Si no hay socorrista primero llamar al 112 y tirar un elemento de flotación si hay, no tirarme si no sé hacer nada ya que te hundirá al estar nervioso», sentencia para explicar que es necesario llamar a emergencias para activar la cadena de auxilio existente en estos casos.