CIG-Ensino ha calificado de «burla para el profesorado» el Plan de simplificación burocrática de la Consellería de Educación que ha sido aprobado este lunes en el Consello de la Xunta y que, entre otras cosas, pretende ahorrar 120.000 horas de tareas administrativas a los docentes.
Para la central sindical, es «sorprendente» que «se venda como un logro que se reduzcan las horas dedicadas a estas tareas en 120.000 en un curso, cuando, expone, «supone una media de cuatro horas menos por docente».
Según ha trasladado el sindicato en una nota de prensa, el plan, que deriva del acuerdo firmado entre UGT, CC.OO. y Anpe, «no supone ninguna simplificación» de los trabajos para el personal docente, sino para «la propia administración», ya que «serán familias y alumnado quienes tengan que realizar por sí mismas toda la tramitación de los procedimientos».
También ha reprochado que faltan «las principales demandas de la comunidad educativa: reducción horaria para la realización de este trabajo tanto para equipos directivos como para tutorías, coordinaciones y aumento de personal administrativo en los centros».
La secretaria nacional de CIG-Ensino, Laura Arroxo, ha lamentado que la Xunta no haya anunciado cuánto va a costar este plan y cómo se va a ejecutar, algo que sí se detalló respecto a otro plan para reducir burocracia en el Sergas. Para Arroxo, es necesario conocer estos detalles porque «a lo mejor con la cifra que se va a destinar no se ahorra mucho y se podría contratar a todo el personal que demandan actualmente los centros para un mejor funcionamiento».
En este sentido, ha destacado que una de las medidas que se incluyen en el plan es mejorar los canales de comunicación con las familias cuando, en su opinión, «lo que necesitan los tutores no es esto, sino disponer de más horas para poder atenderlas correctamente».
Sobre la digitalización de algunos procesos, la representante sindical ha asegurado que no tiene por que significar menos trabajo burocrático y puede «significar más rigidez» como, a su juicio, se vio con la aplicación ‘Proens’ para la realización de las programaciones didácticas o con la plataforma ‘XADE’.
APP LISTAS DE SUSTITUCIÓN
Por otro lado, sobre los llamamientos a profesorado sustituto a través de una aplicación en lugar de por vía telefónica, Arroxo ha incidido en que «no supondrá menos burocracia para los docentes, sino menos trabajo de gestión para la Consellería», por lo que considera que no debería encuadrarse en este plan.
«El uso de plataformas de contratación es muy común en otras administraciones y lo extraño es que la Xunta venda este sistema como un avance revolucionario. Es más, llama la atención que en sus declaraciones Rueda diga que va a evitar que las personas interesadas tengan que estar pendientes del teléfono», ha afirmado antes de cuestionar «dónde van a consultar entonces esta aplicación y cómo se evitará que los problemas de cobertura todavía existentes en Galicia no discriminen al personal que vive en el rural».
En todo caso, CIG-Ensino ha avanzado que exigirá la negociación de esta medida en la Mesa Sectorial y presentará todas las aportaciones que considere oportunas para que sea una herramienta «eficaz».
MÁS PERSONAL
En cuanto a medidas como la creación de un entorno de trabajo específico para los departamentos de Orientación, Galiorienta, para la toma de datos y registros de actuaciones, Arroxo ha apuntado que pese a que este personal es «de los más afectados» por la burocracia, la solución a la «saturación que padecen no está en la creación de ese entorno, por útil que sea, sino en la necesidad de contar con especialistas suficientes».
Así, insta a la Xunta a «respetar la recomendación de la Unesco de que exista un profesional de Orientación por cada 250 estudiantes». «Esta demanda, junto a la de más personal para atención a la diversidad, es lo que realmente necesitan los centros», ha aseverado la responsable de CIG-Ensino.
Además, la central nacionalista ha reprochado que para el colectivo de Formación Profesional «no hay ni una sola medida» para simplificar el sistema ‘Educalidade’ que, ha apuntado, «tantas críticas ha acumulado en los últimos años».
Por último, sobra la actualización del marco normativo, la CIG ha señalado que no es una medida de simplificación burocrática, sino «una necesidad imperiosa de una administración que no está adaptada a los tiempos».
«Reiteramos que se necesita una legislación que regule coordinaciones y jefaturas de departamento, así como otras normas que están lastrando el normal funcionamiento de los centros», ha zanjado.