La doctora e investigadora científica del CSIC y jefa del grupo viticultura, olivo y rosa (VIOR) en la misión biológica de Galicia, Carmen Martínez, ha sido nombrada presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas de Galicia (AMIT-GAL), sustituyendo así en el cargo a la profesora María Carreiro Otero.
Según ha trasladado la entidad en una nota de prensa, la decisión se ha tomado durante la última asamblea anual de su nodo en Galicia, en la que también se ha determinado el resto de la junta directiva.
En concreto, Martínez estará acompañada por la doctora titular de Genética en la Universidade da Coruña y coordinadora del Grupo de Investigación en Nanotoxicología y Toxicología Genética en el CICA ,Vanessa Valdiglesias García, quien asume la Vicepresidencia. La tesorería recaerá en la doctora y experta en Arqueobotánica e Investigadora Científica Titular en el CSIC, María Martín Seijo.
En esta línea, la economista y especialista en emprendimiento femenino Eva López Barrio ocupará la Secretaría del nodo. Asimismo, la doctora en ingeniería naval y profesora en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Ferrol Lucía Santiago Caamaño, y la doctora en Ingeniería de Telecomunicación y profesora en la Universidad de Vigo Soledad Torres Guijarro ocuparán los cargos de vocal y segunda vocal, respectivamente.
Tal y como ha explicado la entidad, los objetivos de la junta son «promover la actividad del nodo de Galicia, atraer nuevas socias y aumentar la visibilidad de las profesionales para mostrarlas como ejemplo a las generaciones de jóvenes que inician sus carreras científicas y tecnológicas».
Además, en los próximos años la asociación pretende poner en marcha diferentes actividades y establecer nuevas colaboraciones y sinergias con distintas entidades públicas y privadas, para «la puesta en valor de las mujeres que desempeñan su carrera profesional en cualquier ámbito relacionado con la investigación y la tecnología».
De esta manera, el equipo directivo seguirá con la línea de las anteriores juntas, «fomentando la participación y presencia femenina en todos los ámbitos científicos y tecnológicos y trabajando de una forma constructiva y colaborativa, para identificar, analizar y recomendar, medidas que eviten aquellas situaciones en las que un techo de cristal invisible, limita la presencia de mujeres de gran trayectoria y valía científico-tecnológica».
«Todavía queda mucho por hacer. No hay más que ver por ejemplo, el último informe realizado por el CSIC en 2024, en el que se observa que, a pesar de que inician su carrera científica un porcentaje ligeramente más alto de mujeres, conforme se va ascendiendo de nivel, su presencia disminuye, hasta quedar en tan solo un 27%, frente al 73% de hombres, en las categorías profesionales más elevadas», ha señalado la nueva presidenta.