La Fundación María José Jove (FMJJ) y la Asociación de Bulimia y Anorexia de A Coruña (ABAC) han dado un paso más en su colaboración con un proyecto en el que los perros de terapia se incorporan al programa de actividades de recuperación para personas con trastornos de la conducta alimentaria.
Según informan ambas entidades, el objetivo de esta iniciativa es ofrecer «herramientas motivadoras», en este caso, estos canes para que los usuarios «sean conscientes de la enfermedad y acompañarles durante el proceso».
Explican que este proyecto ha nacido, por un lado, de la necesidad de incorporar nuevas estrategias terapéuticas y, por otro, porque los animales juegan un papel «muy importante en la vida de las personas, no solo por la compañía, sino también por formar parte de procesos terapéuticos».
«Se ha demostrado que la presencia de un perro previene y ayuda a mejorar el estado de ánimo, reduciendo el riesgo de depresión, favorece la motivación y las relaciones con los iguales, lo que implica un impacto positivo para la salud mental y física», concretan los promotores de esta iniciativa.