El Ayuntamiento de Santiago y la Universidade de Santiago de Compostela (USC) han renovado este martes el convenio para la atención a la salud bucodental de personas en riesgo de exclusión social. En esta ocasión, el acuerdo estará dotado de un presupuesto de 20.000 euros, cantidad que duplica la de anteriores años.
Este programa atiende desde la Facultad de Medicina y Odontología a personas con dificultades para acceder a esta prestación, como niños con familias con pocos recursos económicos o personas sin hogar. El de la USC es el único centro público de Galicia en el que se realizan tratamiento bucodentales integrales.
Desde su puesta en marcha en 2021, el programa había contado en cada una de sus ediciones con una dotación de 10.000 euros. Sin embargo, el Ayuntamiento ha decidido aumentar esta cantidad con el fin de incrementar el potencial alcance de este servicio, que en 2024 atendió a 70 personas.
Al programa pueden acceder todas las personas de entre 5 y 80 años que cumplan los requisitos para la concesión de la prestación bucodental, en función de los criterios establecidos en la Ordenzana de Garantía Básica Ciudadana.
Según ha recogido la concejala de Derechos y Servicios Sociales, María Rozas, en base a una encuesta europea publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 10% de la población española sufre pobreza dental. Esto se traduce en que una de cada 10 personas «no acude al dentista por carecer de recursos económicos».
ACCESO A LA SALUD BUCODENTAL
«En el acceso a la salud bucodental es donde se transparentan más las desigualdades económicas. Es algo que tiene un gran impacto en el día a día de las personas y unas importantes consecuencias en su calidad de vida y su salud en general», ha explicado Rozas, durante una rueda de prensa.
De esta forma, la prestación del sistema público de salud es «reducida» y «prácticamente se limita a las extracciones dentales», en palabras de la edila. «Los servicios públicos tiene una cartera muy limitada y todos sabemos que el acceso al servicio privado tiene unos costes que lo hacen absolutamente imposible de acceder», ha contrastado el rector de la USC, Antonio López.
Para cubrir estas carencias, el programa ofertado desde la USC cubre implantes, extracción de piezas dentales, rehabilitación de las mismas y atención de patologías bucales con carácter general. Además, contempla funciones educativas sobre hábitos de riesgo y medidas de higiene.
«Siempre puede aparecer alguna cuestión que excede de las capacidades que podemos utilizar en la propia facultad. Pero supongo que, en ese caso se derivarían sin problema», ha matizado López. Tanto el profesorado como los estudiantes están implicados en la presentación de este servicio. Su participación depende de la atención demandada por el paciente y, por tanto, del área de actuación del profesional.