El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, acompañado de la conselleira de Medio Ambiente y Cambio Climático, Ángeles Vázquez, ha visitado la aldea de Puxedo, en el ayuntamiento de Lobios (Ourense), donde ha ensalzado el impacto positivo que tienen las ayudas impulsadas para corregir impactos paisajísticos y mejorar la integración estética en el territorio de diferentes bienes inmuebles y otros elementos etnográficos.
«Este sitio es para disfrutar tranquilamente, para mantener las esencias y para hacer cosas tan bonitas como las que hoy pudimos ver», ha destacado.
Rueda ha ensalzado que esta apuesta por el ‘fermosismo’ representa una nueva manera de mirar y de actuar que busca la armonía con el contorno, la recuperación de la identidad y el orgullo de vivir en una tierra bien cuidada.
En este sentido, ha apuntado que las ayudas promovidas por la Xunta permiten a las personas particulares y a los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes acometer mejoras en la imagen exterior de viviendas y espacios públicos, con una visión que va más allá del estético y que apuesta por la cohesión territorial, la calidad de vida y el respeto al paisaje como valores compartidos.
Unas ayudas que, según Alfonso Rueda, «se acabaron en minutos, lo que quiere decir que son unas ayudas bien diseñadas, que son una necesidad y que tenemos que seguir por ahí».
Desde su puesta en marcha, estas ayudas permitieron movilizar cerca de 11,6 millones de euros para la realización de casi 2.900 actuaciones en 295 ayuntamientos gallegos, que supone el 94% del total de la Comunidad.
El titular del Ejecutivo autonómico puso como ejemplo el ayuntamiento de Lobios, que en las cinco convocatorias realizadas hasta el momento fue la localidad gallega que más financiación recibió para actuaciones de particulares y del propio Gobierno municipal, con más de 337.000 euros concedidos para 111 intervenciones.
«Este es el lugar de Galicia donde se concentran más ayudas de las que convoca la Xunta para, poco a poco, conseguir transformaciones como las que estamos viendo aquí», destacó.
En el caso concreto de la aldea de Puxedo, se ejecutaron o están en ejecución 68 actuaciones con una inversión total que ronda los 200.000 euros, lo que supone una transformación paisajística significativa, en la que la implicación vecinal fue clave.
Desde mejoras en fachadas y cubiertas hasta la recuperación de muros tradicionales, el presidente destacó que detrás de estas cifras hay una ciudadanía comprometida con la calidad estética y ambiental de su entorno.
En la convocatoria de este año, dotada con dos millones de euros, la Xunta concedió ayudas a casi 350 particulares y 55 ayuntamientos, lo que permitirá movilizar un total de 2,9 millones de euros para la ejecución de 430 nuevas actuaciones.