El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha avanzado que se pondrá un libro de firmas a disposición de los ciudadanos que quieran despedirse de Manoel Soto, el primer alcalde de la democracia actual de la ciudad, fallecido este miércoles a los 75 años.

Mediante declaraciones remitidas a los medios, el regidor olívico ha explicado que, así, en el salón de plenos se homenajeará su «trabajo» y ha asegurado que su «recuerdo» y su «memoria» perdurarán en la ciudad. En concreto, los ciudadanos podrán despositar sus firmas en el libro entre las 16,00 y las 20,00 horas de este jueves.

Además, el Ayuntamiento olívico, en el que las banderas ya ondean a media asta, ha decretado dos días de luto oficial por el fallecimiento de Manoel Soto.

Asimismo, Abel Caballero ha expresado en su nombre, en el de la ciudad y en el del Gobierno su pésame a la familia del primer alcalde de la democracia en la urbe gallega, que ejerció como regidor bajo las siglas del PSdeG-PSOE durante 12 años, entre 1979 y 1991, hasta ser sucedido por Carlos Príncipe.

Tras darse de baja en su partido en 1988, en cuya fundación había participado durante la dictadura franquista, colaboró en la creación de una nueva formación, Progresistas Vigueses, que consiguió uno y dos concejales en las elecciones municipales de 1999 y 2003, respectivamente.

Distintos responsables políticos han expresado sus condolencias por su fallecimiento a través de las redes sociales. El secretario xeral del PSdeG-PSOE, Gonzalo Caballero, le ha recordado como un «compañero» que ha «formado parte de la historia» del Partido Socialista.

Además, el portavoz de Marea de Vigo, Rubén Pérez, ha asegurado que, con el fallecimiento del exregidor, «Vigo pierde a uno de sus referentes municipalistas» que ejerció como alcalde «cuando los ayuntamientos no tenían nada». El concejal del BNG en la ciudad olívica, Xabier P. Igrexas, ha puesto en valor el «empeño» de Soto a favor de la ciudad y su «lealtad» con la misma.

Mediante un comunicado, el Partido Popular local también ha expresado sus condolencias a la familia de Soto por su fallecimiento y lo ha recordado como un «político comprometido, innovador, moderno y con una visión de futuro admirable» que convirtió a Vigo en un «referente al que miraban otras ciudades».