Un total de 850.000 personas estuvieron expuestas en Galicia durante 2024 a una contaminación que excede los nuevos límites aprobados para 2030 por la Unión Europea, según el informe sobre calidad del aire de Ecoloxistas en Acción.
Las áreas urbanas de A Coruña y Vigo, según el estudio, incumplieron el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno. La mayoría de ciudades gallegas no implantaron las obligadas zonas de bajas emisiones, y la aprobada en A Coruña «no es eficaz», advierte el grupo ecologista.
Si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud, «mucho más estrictos» que los límites legales vigentes y nuevos, Ecoloxistas en Acción lamenta que el aire contaminado «volvió a afectar en 2024 a la totalidad de la población gallega».
Su informe analiza los datos recogidos en 61 estaciones oficiales de medición instaladas en Galicia. Entre sus principales conclusiones, señala que durante 2024 la calidad del aire mejoró con respecto a 2023 y los años anteriores a la covid, con una reducción «significativa» de los niveles de partículas en suspensión, dióxido de nitróxeno y ozono troposférico, en porcentajes que oscilan entre el 14% y el 83% con respecto a las medias del periodo 2012-2019.
Ecoloxistas en Acción toma como referencia los nuevos valores límite de la Directiva europea 2024/2881, de 23 de octubre de 2024, que deberán ser tenidos en cuenta antes de 2030.
Según esos límites, el aire contaminado afectó en 2024 a una tercera parte de la población gallega. Para el colectivo, esto «expresa la magnitud del reto a asumir por las administrciones en los próximos años para alinearse con la nueva legislación».
Considerando la normativa aún vigente, «no hubo población que respirase aire contaminado ni superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación».
Además, el informe indica que por «la fuerte caída del ozono», el territorio gallego estuvo «libre de niveles de contaminación perjudiciales para la vegetación».
Las partículas presentaron la peor situación en la ciudad de Ourense. Y la fábrica de cemento de Oural (Lugo) elevó el dióxido de azufre en su entorno.
«La contaminación del aire debería abordarse como un problema sanitario de primera orden. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2022 fallecieron hasta 30.000 personas en el Estado español por la mala calidad del aire, 900 de ellas en Galicia», alerta Ecoloxistas en Acción.