El Ayuntamiento de Pontevedra ha anunciado que, entre el 29 de noviembre y el 5 de diciembre, la Policía Local controlará con radares móviles el cumplimiento de la medida de limitación de la velocidad a 10 kilómetros por hora en el centro de la ciudad.

La concejala de Protección Ciudadana, Eva Vilaverde, ha asegurado este miércoles en rueda de prensa que la implantación de la medida tiene «un grado de cumplimiento muy alto» desde la entrada en vigor a finales de octubre.

Hasta ahora no se tramitaron sanciones por exceso de velocidad, lo que demuestra que la iniciativa «fue muy bien acogida tanto por las personas que caminan como por los conductores», ha señalado. «No estamos percibiendo ningún tipo de diferencia entre la limitación que antes existía a 20km/h con la de ahora a 10 km/h», ha manifestado la concejala del BNG.

Además, Eva Vilaverde ha advertido que «siempre hay excepciones» y que de cara a contrarrestar la «percepción de peligrosidad» que éstas producen entre la ciudadanía, la Policía Local realizará una campaña específica de control de la velocidad en las calles que forman parte de la bautizada como ‘zona 10’.

REUNIONES

La concejala de Protección Ciudadana ha explicado que «existía entre el vecindario una cierta sensación de inseguridad debido a los ciclomotores, en concreto sobre la velocidad de los repartidores». Ante esta demanda, la Policía Local mantiene reuniones con las principales empresas que emplean este tipo de sistema de reparto, para, posteriormente, reunirse con los propios trabajadores afectados.

Tras las primeras reuniones, la concejala ha asegurado que «la receptividad está siendo muy buena» y que, en general, «demuestran mucha sensatez y están muy sensibilizados con la normativa existente en el centro de la ciudad».

En este sentido, la concejala ha reconocido que la percepción de peligrosidad que provocan los ciclomotores de servicios de reparto «no se corresponde con la realidad» y, como ejemplo, ha citado que en los 20 accidentes registrados en ciclomotores en el año 2017 (los últimos datos recogidos) no estuvo implicado ningún repartidor.