Mercedes Rosón, una de las edilas expulsadas del PSOE de Santiago, ha manifestado, tras la decisión de la Xunta de dejar en suspenso el tramo que afecta al Bosque de Conxo de la senda de movilidad sostenible que proyectaba en la capital gallega, que el plan fue «errado desde el principio».
Ya en enero, la concejala recuerda que cuestionó el «presunto cambio de trazado» –sobre el que informó desfavorablemente Patrimonio– asegurando que se trataba de una «falsa modificación» puesto que seguía empleando hormigón poroso en toda la zona o «atravesaba igualmente el recinto del Mosteiro de Conxo».
Rosón aseguraba entonces, y se ratifica ahora, que el proyecto mantenía la pavimentación de la zona que transcurre a un lado de la Fonte da Virxe da Concha, «muy cerca del merendero», y no suponía «ningún cambio con respecto al proyecto original en las cercanías del túnel de la cascada, del antiguo ferrocarril».
Ahora, ante la paralización del proyecto, Mercedes Rosón pide que se asuman responsabilidades por un proyecto que, critica, «ya trajo destrucción de patrimonio natural, crispación social, obras paralizadas con un monte arrasado, parques y zonas verdes por toda la ciudad atravesadas por un río de hormigón, la ribera del Sar asfaltada y un proceso judicial abierto».
Sobre esto último, recuerda que la Fiscalía Europea Anticorrupción había abierto diligencias por «un presunto uso espurio de fondos europeos». Rosón insiste en que ya hay «un importante daño hecho» y un «movimiento de tierras muy agresivo que deja medio monte talado». «¿Quién va a arreglar lo destruido?», ha concluido.