La Xunta de Galicia emprendará «las acciones necesarias» y no descarta la vía judicial para defender la propiedad del antiguo edificio de los juzgados de la calle Lalín, y que también reclama el Ayuntamiento olívico, en el que el gobierno autonómico prevé construir un centro de asociacionismo (proyecto paralizado después de que el Ayuntamiento de Vigo revocase la licencia otorgada).
Así lo ha trasladado el conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, Diego Calvo, en una visita a las nuevas instalaciones a las que se trasladará el Registro Civil en el Casco Vello olívico, precisamente desde el inmueble de la calle Lalín.
Según ha recordado la Xunta, ese edificio «fue transferido por el Estado al gobierno gallego en propiedad y, junto con la parcel, consta como tal en el Inventario de Bens e Dereitos de la Comunidad Autónoma».
Diego Calvo ha recordado que el Ayuntamiento de Vigo otorgó licencia para la construcción del centro de asociacionismo en noviembre del año pasado, un proyecto con una inversión de más de 20 millones de euros, pero un par de meses después, la administración municipal revocó el permiso, alegando que la parcela figura a nombre del Ayuntamiento en el Registro Civil. De hecho, Abel Caballero ha reivindicado la propiedad y ha anunciado un proyecto para hacer una dotación de atención social a los vecinos de la zona (proyecto del que no se conocen detalles).
Este conflicto ha obligado a la Xunta a paralizar su actuación y a resolver el contrato con la adjudicataria de las obras, ya que parte de la financiación provenía de fondos europeos.
Además, Calvo ha recordado que el Ayuntamiento intentó modificar la titular del inmueble en el registro del Catastro, algo que el propio Catastro rechazó, por lo que la disputa deberá resolverse por vía judicial.
El conselleiro ha hecho estas declaraciones durante su visita al edificio del Casco Vello al que se trasladará el Registro Civil y la sala de bodas civiles. Según ha señalado, a finales de mayo estos servicios ya estarán operativos en su nueva ubicación, en la que la Xunta invirtió 240.000 euros.
Para ello, se reorganizaron los espacios del Registro Civil en la calle San Sebastián y se habilitó un local para bodas en un anexo, en la calle Abeleira Menéndez. En estas dependencias se renovaron sistemas de climatización, ventilación e iluminación, se habilitaron despachos y mobiliario para 17 puestos de funcionarios, y se colocaron estanterías rodantes para documentación.