La Consellería de Medio Rural tiene previsto llevar a cabo durante 2025 un total de 250 quemas preventivas en una superficie de 1.437 hectáreas, mayor cifra histórica desde la puesta en marcha de esta medida para evitar incendios forestales.
Así figura en el plan antincendios del Gobierno gallego (Pladiga), al que ha tenido acceso Europa Press y que está pendiente de aprobación por el Consello de la Xunta, en el que se destaca que «la previsión de quemas que se contemplan en este plan suponen un incremento notable con respecto a las ejecutadas en los últimos años».
De este modo, estas quemas se repartirán por las cuatro provincias en función de «las necesidades, demanda y posibilidad de ejecución». Eso sí, el nivel de éxito dependerá «sensiblemente de la existencia de ventanas meteorológicas para la ejecución prevista».
Una de las funciones principales de estas actuaciones controladas que ejecutará el Servizo de Prevención contra Incendios Forestais (SPIF) «es crear discontinuidades en zonas con acumulación de biomasa y con alto riesgo de incendio».
Y es que la previsión para este año de 250 quemas y más de 1.400 hectáreas supone más del doble respecto a las más del centenar ejecutadas en 2024, que supusieron menos de 600 hectáreas.
REPARTO POR PROVINCIAS
Por provincias, Lugo es la que registrará mayor número de acciones, con 86 quemas en una superficie de 386 hectáreas. Sin embargo, A Coruña contará con la mayor superficie, con 622,6 hectáreas (el 43,3% del total). Les sigue Ourense, con 53 parcelas y 306 hectáreas; y Pontevedra, con 30 quemas y 122 hectáreas.
Estas ejecuciones irán desde poco más de media hectárea hasta una que será de 49 hectáreas en la provincia de Lugo.
Un total de 24 quemas serán en Red Natura en la provincia de Ourense y otras 22 en Lugo también en estos espacios protegidos.
LUCHA CONTRA EL «AUMENTO NOTABLE» DEL COMBUSTIBLE VEGETAL
El Gobierno gallego remarca que el uso del fuego como herramienta agrícola y ganadera «forma parte de la tradición cultural de la población gallega». Actualmente, el abandono dio lugar a un «aumento notable» del combustible vegetal.
Por ello, la Xunta apunta que este tipo de prevención está cada vez más extendida y es una herramienta «muy eficaz» para «la reducción de la carga de combustible» y la creación de discontinuidades.
Subraya que esta practica muestra resultados «visibles y medibles» para la prevención de fuegos forestales, lo cual se hace a través de protocolos establecidos y bajo criterios de «idoneidad técnica».
El hecho es que algunos de los principales expertos en la materia en Galicia, como el doctor en Ingeniería de Montes de la Universidade de Vigo (Uvigo) Juan Picos, llevan tiempo defendiendo la posibilidad de «un cambio de paradigma» en la prevención de incendios, ya que pone sobre la mesa «lo que los investigadores llaman pastorear el fuego». Esta idea pasa por aprovechar periodos como el invierno para realizar quemas controladas de baja intensidad en el monte con el fin de evitar que se conviertan en incendios «catastróficos» en verano al ser incontrolables.