El BNG ha presentado este lunes una moción, que defenderá en el próximo pleno de la Diputación de Ourense, con la que busca abrir el debate sobre el modelo de explotación de los recursos naturales en la provincia. La formación propone un enfoque «sostenible» que garantice «beneficios tangibles» para las comunidades locales y una «protección real del medio ambiente», especialmente ante el crecimiento de proyectos mineros, hidroeléctricos y eólicos.
El portavoz provincial, Bernardo Varela, ha defendido una mayor implicación pública en los proyectos extractivos, exigiendo una participación mínima del 20% y controles ambientales periódicos. También reclamó que la declaración de proyectos estratégicos por parte de la Xunta o del Estado venga acompañada de medidas que impulsen la economía local, como el apoyo al enoturismo, a la agricultura ecológica o a la economía verde.
Varela denunció que «no se habla de proyectos que generen riqueza sostenible, sino de operaciones extractivas con beneficios privados e impactos públicos», y lamentó que Ourense esté «convirtiéndose en un territorio de sacrificio para los intereses de grandes empresas energéticas y mineras, sin que eso implique mejoras estructurales para nuestros municipios».
En su intervención, ha citado como ejemplo el proyecto de mina subterránea en Doade (Beariz), que sigue planteando, a su juicio, un alto impacto pese a su reducción de superficie. También mostró su preocupación por la central hidroeléctrica que Iberdrola proyecta entre los embalses del Bao y Cenza y por la reactivación de parques eólicos que, según el BNG, apenas repercuten en la economía de la zona.
REPARTO DEL PRESUPUESTO
Además, el BNG ha expresado su desacuerdo con el modelo presupuestario de la Diputación de Ourense y la forma en la que se ha presentado la modificación de crédito de 41 millones de euros, que representa más del 30% del total. Varela aseguró que les sorprendió el cambio de estrategia del gobierno provincial al agrupar todas las modificaciones en una sola operación, cuando en años anteriores solían dividirlas en varias fases.
A pesar de sus críticas, los nacionalistas anunciaron que se abstendrán, como ya hicieron en 2024, porque consideran que es «de responsabilidad garantizar que estos fondos lleguen a los ayuntamientos y a las entidades y asociaciones este año especialmente, porque este año está operativa la regla de gasto europea».
Varela ha concluido que el BNG entiende que «es positivo que esos fondos se pongan a disposición de los ayuntamientos y entidades, por lo que mantendremos una abstención responsable, lo que no quita que seamos críticos con la forma de reparto y que entendamos que hay que seguir avanzando en el Plan Cooperou».