Representantes de instituciones y entidades alertan de la «reinvención» de la violencia de género con la aparición de las redes sociales y abogan, para afrontar este problema, por la formación en materia de género y una «atención integral» a las víctimas, según han asegurado, en declaraciones a Europa Press, con motivo de la conmemoración, el día 25, del Día Mundial para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

En Galicia, hay 3.550 casos activos de seguimiento y protección de víctimas de violencia de género, en su mayor parte, 1.635 de ‘riesgo bajo’ frente a 26 de ‘riesgo alto’. De ellas, 24 corresponden a mujeres con menos de 18 años; 960 a víctimas con edades entre los 18 y los 30 años; 1.497 entre 31 y 45 años; 935, entre 46 y 64, y otras 133, más de 65 años. De estas, 2.714 son españolas y otras 836 extranjeras, colectivo en el que hubo 18 mujeres a las que se autorizó residencia temporal.

En lo que va de año, se han contabilizado como violencia de género tres víctimas mortales -dos en Pontevedra y una en Lugo–, un número similar a la de los últimos años con excepción de 2015 cuando hubo ocho mujeres fallecidas, según el portal estadístico de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.

A 30 de junio, las denuncias se elevaban a 3.343, frente a las 6.537 y 6.436 de 2018 y 2017, respectivamente. Las órdenes de protección incoadas ascendían, a esa fecha, a 957. Mientras los dispositivos de control telemático activos se elevan a un total de 49.

MODIFICAR EL ENFOQUE

Ante estos datos, la coordinadora del área de Igualdad y Violencia de Género en la Delegación del Gobierno, María Debén, plantea «modificar el enfoque y comenzar a mirar al hombre que agrede». Además, pide la «implicación» de las personas cercanas a la víctima, recordando que «de las denuncias presentadas solo el 0,46% fueron por familiares y solo el 4,74% por los servicios asistenciales».

También la solicita de los hombres para facilitar «la transmisión de modelos igualitarios». «Se actualizan los mitos, pero el cuento es el mismo», resume, a su vez, la decana del Colegio Oficial de Psicología de Galicia, María Rosa Álvarez, al incidir en que «se siguen heredando los estereotipos de género en la educación».

«La mayor parte de los mensajes machistas se transmiten a través del ámbito creativo: literatura, música, series, publicidad…», apunta, en coincidencia con la directora de la Oficina para la Igualdad de Género de la Universidade da Coruña (UDC).

Y es que para Ana Jesús López Díaz «a veces hay poca perspectiva de género en sentencias o en los medios de comunicación». «Los contenidos –indica sobre la publicidad– muchas veces perpetuan esa situación de inferioridad de la mujer frente al hombre».

FORMACIÓN

Las tres coinciden en la necesidad de fomentar la formación, ya desde edades tempranas. «La formación por parte de todos los profesionales, desde la sanidad a la justicia, pasando por la educación y los servicios sociales», añade también María Rosa Álvarez.

Y es que alertan de que la aparición de las redes sociales ha contribuido a que la violencia de género se «reinvente», afirma la representante de la UDC para quien «es muy preocupante el auge del consumo de pornografía entre los jóvenes».

«Se ha multiplicado exponencialmente el consumo gracias a Internet y acceden a ella a muy corta edad», apostillan desde el Colegio de Psicología. «En algunos casos son muy duraderas en el tiempo por la dificultad de perseguirlas»., admite, a su vez, María Debén. «Hay que trabajar la educación afectivo-sexual en la escuela y en las familias», coinciden.

Como ellas, desde la Consellería de Presidencia, de la que depende la Secretaría Xeral de Igualdade, abogan por «sensibilizar» a los jóvenes. En este objetivo, sitúan la campaña, ‘Punto e final á violencia de xénero’; la incorporación de ‘Igualdade de Xénero’ como materia de libre configuración autonómica o el ciclo formativo de FP Superior de esta materia. Pese a estas medidas, el Colegio de Psicología pide incorporar la figura del psicólogo educativo en las aulas.

«HINCAPIÉ» EN EL RURAL

Sobre la atención de estos casos en el rural, la decana del Colegio de Psicología insiste en atender «las especificidades» del territorio y recuerda que servicios como el de terapeutas para la atención a las víctimas «no tiene la misma cobertura en el rural que en el ámbito urbano», «Si se incluyese la atención psicológica en los centros de salud, permitiría una mayor accesibilidad en condiciones de igualdad», apunta.

«Ya se han dado pasos importantes desde el Gobierno –central– al devolver a los ayuntamientos menores de 20.000 habitantes las competencias que les restó la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, y que supuso la desaparición de múltiples puntos de información en el medio rural», señala la coordinadora del área de Igualdad de la Delegación del Gobierno.

«Es imprescindible la implicación de los profesionales sanitarios de atención primaria y servicios sociales que, ante el conocimiento de una situación de violencia, active la red de recursos; desarrollar campañas de sensibilización focalizada en el medio rural y mejorar las oportunidades de formación de las mujeres», apostilla.

Mientras, desde la Xunta reconocen que los estudios «constatan que es preciso haber más hincapié» en este entorno y recuerdan que la Secretaría Xeral da Igualdade y la Consellería de Medio Rural firmaron un convenio para promover campañas en el mismo.

ATENCIÓN INTEGRAL

«Tenemos que cumplir la ley y garantizar la atención integral y, eso, exige una buena coordinación entre las instituciones y servicios públicos», resume la decana del Colegio de Psicología sobre las medidas necesarias ante un problema en el que considera que «falta mucho» por hacer.

«Es un fenómeno estructural, hay que tomárselo más en serio e implicar a todos los ámbitos de la sociedad», indica la representante de la UDC, que destaca los protocolos existentes en esta institución para actuar bien por denuncia de la propia víctima o de terceros. «La concienciación social fue y es esencial», añaden desde la Administración autonómica.

De las actuales medidas, Debén destaca el protocolo para la valoración policial del nivel de riesgo de violencia de género, aprobado en marzo de este año y que, en otras cuestiones, permite en casos de «riesgo extremo» una protección «permanente de la víctima».

Desde la Xunta, subrayan que esta autonomía es «la única que cuenta con prestaciones económicas periódicas y directas a las víctimas», de las que este año se beneficiaron 635 mujeres. A ello, suma el «bono de alquiler social por un período de 12 meses, que facilitó el acceso a más de medio centenar de mujeres» o la incorporación de 79 mujeres al mercado laboral en 12 ayuntamientos.

También citan la indemnización económica para hijos de menos de 30 años de víctimas mortales por esta causa; la puesta en marcha del ‘Proxecto Fénix’ con medidas de intervención integral con menores agresores de violencia de género o el Plan Estratéxico de Galicia contra la trata con fines de explotación sexual, ámbito en el que las ONGs atendieron el pasado año a 690 víctimas.

Por otra parte, remarcan la atención psicológica a víctimas, hijos o personas dependientes a su cargo, de las que se beneficiaron 781 personas. En este punto, el Colegio de Psicología propone el modelo de otras autonomías con «varios psicólogos en las oficinas de atención a la víctima que se desplazan por todo el territorio y guardias todos los días del año». «‘La Quenda de Garda Psicolóxica cubre la atención psicológica cuando no están los otros servicios disponibles», precisan.