Piden siete años de cárcel para un hombre acusado de vender droga en el bar que regentaba en Vigo.
El caso, que procede del Juzgado de Instrucción Nº4 de Vigo, se juzgará este martes a las 9.45 horas en la Sección 5 de la Audiencia Provincial de Pontevedra.
Según explica el Ministerio Fiscal en su escrito de calificación, la Guardia Civil de Baiona tuvo conocimiento de que el acusado se dedicaba a la venta de sustancias estupefacientes en su domicilio, en la calle, y en el bar que regentaba.
Establecidas las vigilancias, el 3 de febrero de 2022 sobre las 20.15 horas, en el interior del vehículo que conducía por Baiona, entregó a cambio de dinero a otro una bolsita plástica que contenía una sustancia que debidamente analizada resultó ser cocaína, adulterada con piracetam, con un peso neto de 0’643 gramos, una riqueza de 79’65% y un valor de 39’39 euros.
A la vista de lo anterior y de las informaciones que llegaban a los agentes de que vendía sustancias estupefacientes mientras trabajaba, el 22 de octubre de 2022 sobre las 00.30 horas se produjo una inspección en su bar.
Allí le incautaron al acusado en el bolsillo del pantalón una bolsita plástica que contenía una sustancia que debidamente analizada resultó ser cocaína, adulterada con piracetam, con un peso neto de 2’587 gramos, una riqueza de 82,35% y un valor de 158,50 euros.
En la cocina, al lado de la barra, había una báscula de precisión, con restos de polvo blanco, una bolsa plástica, así como dos envoltorios de plásticos que contenían una sustancia que debidamente analizada resultó ser en uno de ellos cocaína adulterada con piracetam, con un peso neto de 0,314 gramos, una riqueza de 77,21% y un valor de 19,23 euros, y el otro resultó ser cocaína con una riqueza inferior al 1% adulterada con manitol, con un peso neto de 0,384 gramos, y un valor de 23,52 euros.
A los clientes que se encontraban en el bar también se les incautaron sustancias que habían adquirido allí.
La Fiscalía considera que los hechos narrados son constitutivos de un delito de tráfico de drogas en establecimiento abierto al público, por lo que piden para él la pena de siete años de cárcel y una multa de 1.000 euros.