Diputados de los distintos grupos políticos con representación en el hemiciclo gallego y trabajadores del Parlamento de Galicia se han concentrado en la puerta principal del Pazo do Hórreo para guardar, antes del arranque del pleno de esta semana, un minuto de silencio como señal de repulsa contra el crimen machista de O Bolo (Ourense).
El minuto de silencio culminó con un aplauso conjunto, pero los representantes de los grupos políticos aprovecharon sus intervenciones en el arranque de la sesión plenaria de este martes para trasladar su condena expresa a la violencia machista y para trasladar su dolor compartido con la familia de Josefa Fariñas, la última víctima mortal.
El debate arrancó con una moción sobre el tratamiento en régimen residencial de las personas con enfermedades psiquiátricas y la encargada de defenderla, la nacionalista Olalla Rodil, ha sido la primera en condenar «el mayor problema» que afecta a la sociedad: la violencia machista.
El parlamentario de Democracia Ourensana (D.O.), Armando Ojea, se ha sumado a la condena por el crimen machista de O Bolo y ha incidido en «lo doloroso» que resulta que se continúe dando «esta clase de hechos» especialmente, ha agregado, en un caso como este, en el que, ha recordado, «según dicen personas próximas al entorno familiar, se veía venir».
«Nuestro apoyo a la familia y que no se repita», ha apelado, poco antes de que la diputada socialista Silvia Longueira lanzase también un mensaje de condena acompañado de un aviso: la violencia machista no se combate solo «con minutos de silencio y palabras» en sede parlamentaria.
«Son necesarios más recursos, más formación y más atención. Es un problema latente, existente, una preocupación intrínseca dentro del PSdeG», ha esgrimido.
EL BNG AFEA AL PP QUE NEGOCIE CON VOX
Por su parte, la diputada popular Raquel Arias también ha manifestado la condena del PPdeG y ha trasladado, junto con el «rechazo más absoluto» a la violencia machista, su «solidaridad» a la familia de la última víctima mortal.
Le replicó en su último turno la nacionalista Olalla Rodil, quien ha afeado a los populares su negociación en varias comunidades con Vox, un partido que «niega la violencia machista». «La revolución empieza en casa», ha advertido.