El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ha anunciado este martes que el Ayuntamiento procederá de inmediato a trasladar a los comerciantes de la Plaza de Abastos número 1 al edificio reformado, poniendo fin a años de negociaciones y retrasos.
Según el regidor, el gobierno municipal no dilatará más la reubicación y lamenta haber «confiado» en la Xunta –concretamente, menciona al conselleiro de Emprego, Comercio e Emigración, José González– para resolver la situación, además de señalar que el Ayuntamiento ya tenía tomada la decisión desde hace tiempo, pero fue «retrasada» por el Gobierno gallego.
Jácome ha señalado que el Consistorio notificará a la empresa concesionaria que debe iniciar el proceso de traslado en los próximos días y dispondrá de varios meses para completar la mudanza y liberar las instalaciones provisionales en el Parque de la Alameda.
Asimismo, el alcalde ha recordado que los costes de la reubicación no correrán a cargo del Ayuntamiento, en cumplimiento del acuerdo firmado en 2018, y que la concesión del mercado volverá a contar tiempo una vez reinstalados en el nuevo edificio, lo que implicará el pago de alquiler, actualmente suspendido.
El gobierno municipal sostiene que la concesionaria ha dilatado el proceso porque las condiciones en la ubicación provisional de la Alameda le resultan más favorables porque no pagan alquiler, la concesión está congelada y las ventas han aumentado debido a la mayor visibilidad del mercado en esta ubicación céntrica.
LA XUNTA, CRÍTICA CON EL ALCALDE
Tras el anuncio del Concello, la Xunta de Galicia se muestra crítica con la postura del alcalde y lo acusa de «priorizar enfrentamientos personales sobre los intereses colectivos». La Administración autonómica lamenta la ruptura «unilateral» de las negociaciones por parte del gobierno municipal y subraya que ha intentado mediar en el conflicto con propuestas concretas.
Según la Xunta, su oferta incluía una aportación adicional para las obras de adecuación del mercado, con la condición de que el Ayuntamiento y los comerciantes cofinanciaran el proyecto.
Además, el Gobierno autonómico, tal y como sostiene, estaba dispuesto a asumir la licitación de las obras para agilizar los plazos, estimados en 18 meses. No obstante, la respuesta de la administración local fue «cortar la negociación sin aceptar ninguna de estas soluciones».
También ha cuestionado la afirmación del alcalde de que el proceso de negociación ha sido «un engaño» o una estrategia de retraso. La Xunta argumenta que el Ayuntamiento «no ha sido capaz» en más de cinco años de acordar un plan funcional con los concesionarios, ha perdido subvenciones estatales por demoras en la reforma y ha modificado sustancialmente el proyecto inicial. Asimismo, la actitud del alcalde «ha dificultado el proceso desde el principio».
CONFLICTO PROLONGADO
El enfrentamiento entre ambas administraciones sobre la Plaza de Abastos se arrastra desde hace años y ha generado incertidumbre entre comerciantes y ciudadanos.
Hace unos días, el Ayuntamiento rompió las negociaciones alegando que las demandas de los comerciantes eran «inasumibles» y que la Xunta solo buscaba dilatar el proceso. La Administración autonómica, por su parte, insistió en la necesidad de completar las obras para garantizar la funcionalidad y accesibilidad del edificio antes de proceder al traslado.
El futuro de la Plaza de Abastos sigue siendo incierto. Mientras el gobierno de Jácome insiste en la reubicación inmediata de los comerciantes, el autonómico advierte de que sin planificación ni consenso el mercado podría entrar en una nueva fase de parálisis.