Una perito forense llamada por la acusación particular ha puesto de relevancia el «grave daño interno» sufrido por los padres y la hermana de Diana Quer a raíz del crimen, una situación agravada por los días de búsqueda de la joven y que, en su opinión es «irrecuperable».
En la sexta sesión del juicio contra Enrique Abuín, la primera de pruebas periciales, la forense que examinó a Diana López-Pinel, Juan Carlos Quer y Valeria Quer a petición de la acusación ha detectado un trastorno depresivo severo «importante» en todos ellos, así como un trastorno de estrés postraumático «grave» en el caso de Valeria, que está «constantemente reviviendo lo sucedido» y de la que ha mencionado sus «autolesiones».
Esta situación, ha añadido, se ha visto «agravada», además de «por el hecho violento en sí», por «los 496 días de espera agónica que han tenido que vivir», que han sido «terriblemente dañinos» y que podían «haberse evitado».
A mayores, la forense ha augurado que esta situación «se va a agravar» una vez que «se baje el telón» del juicio. «Les queda solo la soledad a los tres y vivir con esto», ha dicho ante el tribunal, estimando que las secuelas «van a ser de por vida». «Es un daño imposible de recuperar», ha sentenciado.