El Observatorio Lácteo de Galicia ha modificado su estructura y el sistema de funcionamiento, con novedades como añadir el estudio de la cadena de valor y de las relaciones comerciales y contractuales, «por la importancia que esta materia tiene en el tejido del sector lácteo y en la determinación de los precios», según informa la Consellería do Medio Rural.
El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica este jueves el decreto por el cual se regulan estos cambios de este órgano colegiado de asesoramiento, consulta y análisis del sector lácteo.
La Xunta explica que se busca dotarlo de «herramientas para la toma de decisiones empresariales y de estrategia de mercado». «Esta modificación busca incrementar la cantidad de información disponible, la transparencia y la calidad en la publicación de los datos», asegura Medio Rural.
El Observatorio funciona desde 2007, por lo que la Xunta achaca estos cambios al tiempo transcurrido y los cambios experimentados en estos años en la producción y en la industria, así como en la evolución del consumo de leche.
El decreto cambia la composición del Observatorio para acoger a todos los eslabones de la cadena de valor de leche: producción, industria, distribución y consumo. Asimismo, redefine las funciones de la presidencia de la secretaría y de las vocalías que lo conforman (21 en total). Se incorpora a una de las vocalías la asociación de productores lácteos de Galicia con mayor representatividad.
Además, se permite la creación de grupos de trabajo con la participación de personas expertas en el sector lácteo ajenas al Observatorio. «Esta modificación también busca incrementar la cantidad de información disponible, la transparencia y la calidad en la publicación de datos, con el fin de mejorar este órgano colegiado de asesoramiento, consulta y análisis del sector lácteo para dotarlo de herramientas para la toma de decisiones empresariales y de estrategia de mercado», resalta Medio Rural.
Asimismo, se establece un período más amplio entre cada reunión común del pleno del Observatorio, de forma que se pasa de las trimestrales a una de carácter anual, «para poder contar con datos consolidados a la hora de ejercer las funciones atribuidas al Observatorio». También prevé convocatorias extraordinarias de ser necesario.