Un estudio en el que han participado catedráticos e investigadores gallegos concluye la buena salud de la convivencia entre el catalán y el castellano en Cataluña, donde este idioma va ganando prestigio progresivamente y que podría llegar a imponerse en Barcelona y su zona de influencia.
La investigación ha estado al cargo de un equipo multidisciplinar en el que han participado, entre otros, los catedráticos Jorge Mira y Henrique Monteagudo, de la Universidade de Santiago. Uno de los aspectos novedosos de este estudio radica en el uso de modelos matemáticos para comprobar y predecir si al coexistencia entre ambas lenguas puede ser estable.
El trabajo contó con fuentes de datos actualizadas del Institut d’Estadística de Cataluña y está basado «en un siglo de convivencia lingüística» entre ambos idiomas, indica la USC.
Entre las principales conclusiones destaca la «buena convivencia» entre ambas lenguas en la actualidad y que el castellano «tenderá a ganar terreno». En este sentido, los investigadores creen que existe un amplio abanico de circunstancia que permitirían esa coexistencia, aunque en la mayor parte de ellas «se obtiene cierto predominio del castellano», han añadido.
PRESTIGIO DEL CASTELLANO
Una de las sorpresas, precisamente, ha salido del estudio de los datos de Barcelona y su área de influencia frente al resto de la comunidad autónoma. En el resto de Cataluña existe el prestigio percibido «es mayor para el castellano», pese a al presencia dominante del catalán, situación que no se da en la ciudad mencionada, donde ambos siguen una trayectoria pareja.
Los modelos utilizados predicen, además, que el castellano seguirá ganando hablantes y podría llegar a imponerse en Barcelona y en su zona metropolitana, aunque la mayor parte de las proyecciones sugieren que sería viable una coexistencia entre idiomas a lo largo de varias generaciones.
No obstante, los investigadores advierten que esta metodología podría perder su capacidad predictiva en caso de producirse alguna situación que alterase el escenario sociolingüístico «de forma drástica», como la independencia de Cataluña, que la zona registrase un gran fenómeno migratorio o la aplicación de políticas lingüísticas «excesivamente agresivas en cualquier sentido».