La Consellería de Sanidade analizará «bien» la sentencia que condena al Servizo Galego de Saúde (Sergas) a indemnizar con 20.000 euros a la pareja de un hombre que murió de un infarto en el centro de salud de Lalín (Pontevedra), en septiembre de 2019, y «a partir de ahí» se decidirá si hay que acometer algún cambio en los protocolos de triaje.
Así ha respondido el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, al ser preguntado por este fallo emitido el 9 de octubre por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que confirma que hubo una «pérdida de oportunidad» para el paciente por el hecho de que, cuando acudió por la mañana al centro de salud, seis horas antes de fallecer, una administrativa no comunicó a la médica el motivo de la demanda de atención y lo derivó a cuando hubiese un hueco entre los pacientes ya citados. El hombre decidió no esperar, regresó a su casa y volvió por la tarde al centro de salud, ya con cita, pero falleció.
«Hay que analizar bien toda la sentencia, que creo que es recurrible», ha dicho este jueves, ante preguntas de la prensa, el titular de Sanidade, que ha lamentado «mucho» esta muerte.
«Por lo que he leído hasta ahora», ha explicado Gómez Caamaño, este paciente llegó «con un problema» al centro de salud y «se le ofreció hacer consulta», pero «quería ir a su casa», así que volvió con una cita «por la tarde». De hecho, el hombre «subió caminando» y no en ascensor, tal y como alegó la Xunta durante el proceso judicial.
«No tenía ningún síntoma que sugiriese que estaba desarrollando un proceso isquémico» e «incluso un médico podría haber quitado trascendencia al problema», ha subrayado el conselleiro, sin conocer más «detalles».
En todo caso, para decidir si podría implicar algún cambio en los protocolos, habrá que «analizar la sentencia» en profundidad.
LA XUNTA «RESPETA Y ACATA» LA SENTENCIA
Sobre este caso, fuentes del Sergas lamentan «las consecuencias de los erros puntuales» que pueden ocurrir en la asistencia sanitaria y «asume las responsabilidades que se establecen en cada ocasión».
La Xunta «respeta y acata esta sentencia», como no podría ser otro modo», y trabaja «de forma permanente para mejorar la protección de la salud de los gallegos».