El concejal de Urbanismo, Vivenda e Cidade Histórica del Ayuntamiento de Santiago, Iago Lestegás, ha expresado este martes su preocupación por la «repercusión» que pueden tener en el planeamiento urbanístico las modificaciones que se proponen para la normativa autonómica.
En este sentido, se ha referido a las modificaciones en la construcción de viviendas sometidas «a algún tipo de protección» o en los cambios para convertir locales comerciales en viviendas de uso residencial.
De este modo, ha mostrado su «inquietud» por la posibilidad de declarar proyectos de interés autonómico para crear suelo «destinado mayoritariamente» a viviendas de protección pública. Así, ha defendido que las administraciones públicas «tienen que apostar» por el aprovechamiento del patrimonio residencial, mientras que la Xunta «apuesta por obra nueva en cual lugar y al margen de lo que determina el planeamiento».
Además, el concejal de Urbanismo ha lamentado que las obras de construcción de vivienda protegida pública y de alojamientos compartidos para jóvenes promovidos por el Instituto Galego da Vivenda e do Solo (IGVS) «no estén sujetos a licencia municipal».
También ha cuestionado que el tiempo del que disponen para informar sobre un proyecto «sea de un mes» cuando la Xunta «tiene tres meses» para emitir sus informes. En esta línea, ha esgrimido que «no se puede pretender que las administraciones municipales analicen en un mes actuaciones de envergadura y probablemente de gran complejidad».
«Lo cierto es que barre, pasa por encima del planeamiento urbanístico y nos parece preocupante que la Xunta cada vez crea más instrumentos con este objetivo», ha subrayado.
BAJOS COMERCIALES Y VUT
Por otra parte, Lestegás ha defendido que los barrios «deben tener usos diversos» y el pequeño comercio ocupa un lugar «muy destacado». De este modo, ha asegurado que garantizar el abastecimiento de los vecinos sin grandes desplazamientos, «contribuye a la vitalidad y seguridad en sus calles y plazas».
Así, ha instado a «evitar la aparición» de más hipermercados, centros comerciales y otra grandes superficies en las periferias urbanas que «absorben demanda» del comercio de proximidad, que «incrementan la dependencia del coche y que contribuyen a la desaparición de negocios pequeños».
También ha abogado por «garantizar que las viviendas se utilicen como viviendas» y promover que las actividades económicas que se desarrollan en los pisos superiores de «muchos edificios» desciendan a las plantas bajas.
En otro orden de cosas, ha informado de que este jueves se celebrará la Comisión de Urbanismo antes del pleno de la próxima semana y uno de los puntos que se abordarán es la aprobación definitiva de la ordenanza municipal. Con todo, ha asegurado que se presentaron casi 200 alegaciones, «la mayor parte idénticas» y la mayor parte emitidas por particulares.