El juzgado de instrucción 1 de Ourense investiga a Gregorio G.R. como presunto autor de un delito continuado de amenazas, ejercidas contra una persona que declaró como testigo protegido en la causa seguida contra Gregorio y otro chico por la paliza propinada a dos jóvenes en la calle Hernán Cortés de Vigo, en enero de 2022, procedimiento del que ambos salieron condenados.
Fuentes del TSXG han confirmado que el juzgado ourensano ha abierto diligencias contra este hombre y le ha impuesto, como medida cautelar, la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima, un vecino de Ourense que, en el juicio por los hechos de Vigo, declaró como testigo protegido, e identificó a Gregorio y su acompañante en un vídeo grabado por una persona que presenció desde su ventana la paliza.
El investigado ha logrado identificar a ese testigo, pese a que declaró por vídeoconferencia, sin imagen de su cara y con la voz distorsionada, y ahora se investigan las supuestas amenazas hacia él y su familia. Además, el perjudicado ha denunciado también una supuesta agresión el pasado mes de agosto en un local de ocio.
Gregorio G.S. y Adrián S.H. fueron condenados por la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra a 5 años y tres meses de cárcel, y a 4 años y tres meses de cárcel, respectivamente, como coautores de un delito de lesiones con deformidad, con la agravante de abuso de superioridad, y de un delito leve de lesiones. Además, el tribunal impuso a cada uno de ellos una multa de 360 euros y el pago solidario de indemnizaciones que sumaban más de 20.000 euros.
La Audiencia vio probado que ambos acusados, en la madrugada del 30 de enero de 2022, mantuvieron una discusión con dos jóvenes en la calle Hernán Cortés de Vigo y les propinaron una paliza hasta que los dejaron semiinconscientes. El peor parado fue uno de los chicos, que una vez en el suelo indefenso, fue golpeado por Gregorio en la cabeza y la cara.
TESTIGO PROTEGIDO
En la vista declaró como testigo protegido un vecino de Ourense (denunciante ahora en la causa por amenazas) que, al ver el vídeo de la paliza, grabado por un vecino de la calle Hernán Cortés y difundido por varios medios de comunicación, contactó con la Policía para identificar a Gregorio y Adrián como los agresores. «Estoy seguro al cien por cien», señaló en la vista.
El testigo explicó que se decidió a informar a la Policía porque había visto en los medios de comunicación que se había detenido a otra persona por su implicación en la paliza, una persona que llegó a ingresar en prisión provisional, pero fue liberado y exculpado. Este testigo aportó a los investigadores fotografías de redes sociales de los acusados en otros momentos, en las que se les veía con las mismas prendas de ropa que las que llevaban en ese vídeo.
Además, en su sentencia condenatoria, la Audiencia expuso: «Y este Tribunal puede corrobar que, tras haber visto durante horas a los acusados en las distintas sesiones del juicio oral, ninguna duda tiene enque son ellos los dos agresores que aparecen en las imágenes del vídeo, siendo la persona más alta, que propina las patadas finales, y el más bajo, vestido con un chaquetón claro que lo acompaña». A ello se suma que los teléfonos móviles de los acusados los situaron en la zona y en el momento en que se produjo la agresión, aunque las víctimas no fueron capaces de reconocer a los atacantes en el juicio.