La Xunta ha acordado con Unións Agrarias y con la Asociación Agraria Galega la puesta en marcha de una mesa de trabajo en la que se sentarán sector, administración y organizaciones para abordar la situación de crisis provocada por el exceso de producto en la Denominación de Origen Ribeira Sacra.
La creación de este organismo para analizar el momento que atraviesa esta zona de producción vitivinícola ha sido una de las cuestiones que han estado sobre la mesa en el encuentro mantenido por representantes de la Consellería Rurla y los sindicatos, celebrada este viernes.
En ella, según recoge un comunicado de la Xunta, el director de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria, Martín Alemparte, ha señalado que los agentes implicados serán convocados a mesas de trabajo «para analizar conjuntamente la sitaución actual» de la denominación de origen debido a la crisis de excedentes que atribuye a la caída del consumo de tintos.
Durante la reunión, los representantes del Gobierno gallego trasladaron a los sindicatos el paquete de ayudas aprobado por el Ejecutivo gallego en el Consello del 2 de septiembre, que incluyen subvenciones de 2 millones de euros para actuar contra la erosión de los viñedos en la Ribeira Sacra y otros 500.000 euros para la gestión del excedente, entre otras.
Así pues, ha apelado a analizar de forma conjunta una planificación «estratégica» para la demarcación de cara a adaptarla a un contexto de descenso del consumo de vino tinto y acumulación de excedentes, para lo que cree preciso adoptar medidas «a corto y medio plazo» que permitan mitigar el impacto de la uva no recogida en los viticultores.
BNG PROTESTA EN LUGO
Por su parte, en la mañana de este viernes también ha tenido lugar una protesta de concejales y cargos del BNG encabezados por el diputado en el Parlamento gallego Iago Suárez ante la sede de la Xunta en Lugo para reclamar medidas para los viticultores de la DO Ribeira Sacra.
Allí, han reclamado la puesta en marcha de medidas para favorecer el relevo generacional, un «gran problema» al que se suman las enfermedades de las uvas y la «negativa» de las bodegas a recoger el producto esta vendimia ante el exceso de producto.
«Es un golpe letal para parte del sector», ha señalado Suárez antes de acusar a la Xunta de hacer «oídos sordos» ante las reclamaciones del sector y «limitarse» a «ofrecer una línea de ayudas pírricas» para los viticultores.