Los seis ediles socialistas en el Ayuntamiento de Santiago han anunciado este jueves que llevarán este mes de septiembre al pleno una «macroproposición» para incidir en las «asignaturas pendientes» que tiene el gobierno de Goretti Sanmartín y reclamar su cumplimiento, con el objetivo de que la ciudad «siga con el ritmo de crecimiento que tuvo en los 4 años anteriores».
Según ha contado en una rueda de prensa el portavoz del grupo, Gonzalo Muíños, entre las reclamaciones están cuestiones relativas a la vivienda, com la de impulsar «de forma decidida» la declaración de la ciudad como zona residencial tensionada o la de trabajar conjuntamente con la Xunta y la Universidad en la creación de apartamentos de alquiler para estudiantes.
También reclaman los socialistas «soluciones para la situación de precariedad» que atraviesa la UMAD, actuaciones de mantenimiento básicas en distintas parroquias e intervenciones como la mejora de los accesos al Parque Alexandre Bóveda o la recuperación del Quiosco del Toural.
Además, exigen al gobierno local que concluya el proceso de estabilización del personal municipal y que busque alternativas para posibilitar el anticipo de las subvenciones a entidades deportivas.
PROYECTO DE FUTURO
A mayores, el grupo socialista en Santiago ha presentado un proyecto de futuro para la ciudad distribuido en seis puntos, uno por cada uno de los ediles, haciendo ver que su formación tiene «un proyecto de ciudad».
En este sentido, han reclamado saber «cual es el modelo de movilidad que tiene BNG y CA para santiago» y han afeado los «plazos poco esperanzadores» del contrato de transporte público, licencias de taxi o los proyectos de nuevos aparcamientos. Además, Muíños ha reclamado para Santiago más efectivos de Policía Local.
En el ámbito de la vivienda, Mercedes Rosón ha certificado que Santiago «se enfrenta a uno de los mayores retos» en este ámbito, una problemática frente a la que ha acusado al gobierno local de ser «perezoso» y de vivir de «rentas» como las medidas de regulación de las Viviendas de Uso Turístico, que «puso en marcha el gobierno socialista».
Entre otros elementos, los socialistas reclaman la recuperación de la empresa municipal de vivienda y suelo, la apuesta por el registro de solares y la intervención en el «aspecto de la ciudad histórica» que está «en una situación precaria».
Más en global, Mila Castro ha hecho hincapié en el «estado general de la ciudad» a nivel de cuidado, limpieza y desbroces, que «deja muchísimo que desear», y ha acusado al gobierno local de no hacer un buen control de las concesionarias. «La maleza resta calidad a los espacios públicos e incluso impide el paso de la gente», ha dicho.
En este ámbito, la edil socialista ha apostado por «seguir dotando a la ciudad y a los barrios de espacios de ocio y disfrute al aire libre», mejorar los parques infantiles e impulsar el proyecto ‘Entre Sar e Sarela’, que cuenta con una dotación de cuatro millones de euros, pero que debe de estar finalizado antes de terminar el próximo año.
TURISMO, UNA «POLÍTICA DE GESTOS»
En su turno de palabra, el edil Sindo Guinarte ha exigido más implicación en el ámbito turístico, una temática en la que, ha dicho, el gobierno de Sanmartín solo ha hecho «una política de gestos».
Guinarte ha lamentado que, pese a los anuncios, en estos quince meses «nada se hizo en control de flujos» y todavía no se ha avanzado en la instauración de la tasa turística de la que los socialistas dejaron «todos los estudios hechos». «Nos van a adelantar por la derecha y por la izquierda», ha criticado.
Además de una reformulación de la política de control de pisos turísticos, Sindo Guinarte ha llamado la atención sobre la «grave» situación de la conectividad aérea desde Compostela, que se encuentra «en el punto más bajo en mucho tiempo».
Para concluir, en el ámbito educativo, Marta Abal ha exigido un programa plurianual de conciliación, así como la puesta en marcha de otra ludoteca. Paralelamente, ha criticado la «parálisis en la estabilización del personal» municipal.
La edil Marta Álvarez, por su parte, ha incidido en las políticas sociales, como la necesidad de una salida para la problemática de la UMAD o el centro intergeneracional de San Pedro de Mezonzo, que lleva «15 meses sin hacerse realidad». También ha apostado por medidas encaminadas a los cuidados de la salud mental, como líneas de atención gratuitas.