La Xunta pondrá en marcha un plan a partir de septiembre para «mejorar la gestión y el control de las incapacidades temporales» a través de una reducción de burocracia, con lo que también se busca atajar el absentismo existente en Galicia mediante medidas como mayores inspecciones.
El pasado mes de julio, el conselleiro ya avanzó que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) estrenará este año un plan para reducir la burocracia en la atención primaria, que pondrá el foco en eliminar las consultas para acceder a una baja médica o para ampliarla. Por ejemplo, esta estrategia permitirá que los servicios hospitalarios puedan conceder las incapacidades temporales (IT) de manera «automática» tras una intervención, sin que el paciente las tenga que solicitar a su médico de cabecera.
Ahora, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha presentado este plan para una gestión de las bajas «más operativa, más eficiente y más ágil», con el que «cambiar prácticas».
Al respecto, el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, pone el foco en que el absentismo es un «fenómeno complejo, sistémico y multisectorial», con «gran impacto sanitario y económico», el cual «influye de manera decisiva en la productividad de la población».
Apunta que la tasa de absentismo en Galicia es del 7,8%, mientras que se supera el 10% en sanidad y educación. El tiempo medio de la baja de 63 días. Actualmente, hay 57.438 personas de baja en la comunidad, ha cifrado el conselleiro.
Así, llama la atención acerca de que, si bien el número de incapacidades está por debajo de la media, la duración de las mismas está «muy por encima» de la media de comunidades, pues Galicia cuenta con la segunda peor cifra, solo por detrás de País Vasco. Por ello, el objetivo principal es «racionalizar, simplificar y agilizar» el sistema de incapacidades de cara a reducir el impacto económico.
Caamaño dice que será «más eficiente tanto para el paciente que solicita la baja como para el facultativo que la prescribe» y para «el sistema que es el que la paga».
MEDIDAS
De tal forma, el conselleiro ha detallo un conjunto de media docena de medidas a llevar a cabo. Por un lado, se va «intensificar» la actividad inspectora, para lo cual se va a «estimular» las citas presenciales y se creará una unidad de apoyo a los médicos prescriptores de incapacidades temporales.
Los partes médicos emitidos por el facultativo de atención primaria que estiman la duración del proceso de incapacidad temporal y establecen la fecha del próximo reconocimiento deberán fijar la correspondiente cita presencial para la consulta. Se evita que el paciente deba solicitar la cita cuando se acerque la fecha y que pueda no encontrar huecos disponibles, lo que podría dar lugar a una prolongación innecesaria de la baja.
A partir del mes de septiembre, los médicos de los servicios de admisión de los hospitales del Sergas emitirán los partes médicos de los pacientes programados para ingreso por intervención quirúrgica. Esto evitará la sobrecarga en los distintos servicios hospitalarios. El pasado año ya se realizó un proyecto piloto en traumatología y urología de pacientes que ingresaban en urgencias en Santiago.
Para reducir carga de trabajo a facultativos y evitar desplazamientos a pacientes, a través de la plataforma É-Saúde estarán disponibles los partes de pacientes con fracturas, con base en las tablas de duración estándar del programa de gestión de la incapacidad temporal, por lo menos en los casos de larga duración, es decir, de más de 60 días. Paralelamente, en el caso de bajas por procedimientos patológicos oncológicos, está previsto que, a partir del último trimestre de 2024, los partes se emitan de forma automática.
También se reforzará la colaboración con las mutuas para agilizar pruebas o procedimientos pendientes, con plazo medio de ocho días. Sanidade incorporará a la historia clínica electrónica del paciente esas pruebas para una continuidad asistencial ágil. Hasta ahora, seas pruebas se hacían después igualmente por el Sergas pese a haber sido ya realizadas por las mutuas.
Sanidade planifica la creación de unidades asistenciales especializadas para controlar los procesos de incapacidad temporal de patologías músculo-esqueléticas y de psiquiatría menor, «que representan la mayor carga de procesos de baja temporal». El objetivo es disminuir la duración de los tiempos de aquellos procesos que excedan del tiempo óptimo de duración y combatir «el fraude» en las bajas. Para eso, se elaborará un plan que incluya el personal sanitario necesario, otros medios e indicadores de seguimiento y resultados.