Un estudio elaborado por la Asociación por la Libertad Afectiva Sexual ALAS A Coruña, y presentado este miércoles en el consistorio coruñés, constata que los incidentes de odio registrados en Galicia «disminuyen ligeramente», aunque tienen «un mayor componente violento».
En 2023 se registraron 48 incidentes de odio, frente a los 68 contabilizados el año anterior, de los cuales 43 pueden ser considerados como agresiones cara a la comunidad LGTBI+ gallega. Destaca el aumento de víctimas de LGTBifobia «en personas mayores de 50 años, por primera vez».
Así lo ha manifestado la presidenta de ALAS A Coruña, Ana García Fernández, en la presentación del informe 2023 del Observatorio Coruñés contra la LGTBifobia, publicado bajo el título ‘Una diversidad libre’, en el consistorio de la ciudad herculina con la presencia de la concejala de Bienestar Social, Yoya Neira.
La sexta edición de este documento refleja que el pasado año el servicio ofrecido por ALAS A Coruña realizó 352 atenciones, 22 más que el año anterior, a personas de 22 nacionalidades diferentes y de las que el 66,4% eran españolas.
La franja de edad de los agredidos está entre los 20 y 40 años y el 61,08% de los usuarios fueron asistidos en A Coruña. «Nuestro servicio atiende dos nuevos casos cada tres días, un número bastante alto», ha apuntado la presidenta.
SALUD SEXUAL
Respecto al tipo de asesoramientos, ha explicado que «por primera vez» los de tipo sanitario ocupan la primera posición sobrepasando a los de tipo social que se estabilizan. En este sentido, Fernández ha vinculado esta cifra con la apuesta de la asociación por «trabajar por el cuidado de la salud sexual».
Con estos datos, ha instado a la Xunta a trabajar «de manera urgente en la actualización y reformulación» de la normativa LGTBi para adaptarla a la ley actual estatal «mucho más amplia y en vigor desde hace más de un año».
Además, Fernández ha solicitado al «conjunto de las administraciones públicas» dar respuesta a la demanda de recursos habitacionales de emergencia para víctimas de LGTBifobia y a garantizar el acceso a la ciudadanía a atenciones de salud mental en el sistema de salud gallego de «forma eficaz».
Yoya Neira, por su parte, ha recalcado el hecho de que existan estas denuncias «da la esperanza de que cada vez más gente se encuentra segura a la hora de poder levantar la mano y pedir ayuda y colaboración».
Ha insistido, además, en la importancia de las campañas de «prevención, concienciación y fundamentalmente de visibilización para evitar cualquier actitud de carácter discriminatorio».