Un agente medioambiental de la Xunta localizó el pasado 13 de diciembre, en playas del entorno del complejo dunar de Corrubedo, entre Ribeira y Porto do Son, varios vertidos de pélets plásticos y sacos que contenían este mismo material.
Así figura en un informe –avanzado por ‘Nós Diario’ y al que ha tenido acceso Europa Press– que redactó este trabajador público y remitió seis días más tarde, el 19 de diciembre, al jefe provincial de Patrimonio Natural, perteneciente a la jefatura de A Coruña de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda.
Según el relato del agente que redacta el documento, a las 12,21 horas del 13 de diciembre –mismo día que la Xunta reconoció haber tenido constancia de la presencia de pélets a través de un aviso de un particular al 112– recibió una llamada del agente territorial del distrito para informarle de la presencia «de unos sacos sobre la arena de la playa de Balieiros».
Al llegar, en la parte sur observó que había varios sacos de color blanco con el texto ‘BEDEKO EUROPE CODE: UV 9000 STABILIZATOR UV/UV STABILIZER’ impreso, así como las bolitas de plástico que posteriormente se sabría que provenían del buque ‘Toconao’, que había perdido seis contenedores el día 8 frente a las costas de Portugal.
Este agente medioambiental vio una situación «semejante» en la parte central de Balieiros y, en el norte, en una zona de rocas, los sacos y los pélets estaban dispersados junto a «pequeñas ‘galletas’ de chapapote y una capa de color agrisada y pastosa, tal vez originada por el batir de las olas con el chapapote o con las partículas plásticas contra las rocas».
Posteriormente, se desplazó hasta las playas de Espiñeirido y de As Furnas, donde observó los mismos vertidos. El agente también avisó al vigilante de Recursos Naturales del complejo dunar de Corrubedo para que recorriese todos sus arenales. De esta forma, se localizaron pélets también en las playas de Vilar y Ladeira.
De hecho, el mismo informe recoge que el Ayuntamiento de Ribeira se comprometió a retirar los sacos y que, en los dos primeros días, se recogieron un total de 52.
LLAMADA AL 112 A LAS POCAS HORAS
Pocas horas después de ese mismo 13 de diciembre, pasadas las 16,00 de la tarde, la central del 112 Galicia recibía una primera llamada relacionada con la aparición de los pélets que realizaba Rodrigo Fresco, un vecino de Corrubedo.
Esta llamada y el conocimiento de la presencia de las bolas plásticas en la zona habían sido reconocidos por la Xunta, aunque en ese momento no lo relacionaba directamente con un vertido en el mar.
Hubo otra llamada al 112 el 24 de diciembre, en esta ocasión de Salvamento Marítimo, dependiente del Estado, que informó de que tenían «varias incidencias» por localización de plásticos en la costa de los que analizaban si podían tener «relación con un buque» que «parece que perdió contenedores» en el mar. Así lo desveló el viernes de la semana pasada en su comparecencia en el Parlamento gallego la vicepresidenta segunda de la Xunta, Ángeles Vázquez.
No obstante, la primera información que el Gobierno autonómico considera como oficial sobre la procedencia del vertido es un correo electrónico reenviado que recibe por parte de Salvamento Marítimo el 3 de enero, después de que el 20 de diciembre la representación legal de Maersk –compañía danesa que alquiló el ‘Toconao’– les confirmase la pérdida de seis contenedores, entre ellos el que tenía pélets.
Fue el 3 de enero cuando se activó el nivel 0 (meramente informativo) de su plan anticontaminación marina, conocido como Camgal, y el día 5 se activó el nivel 1. El día 9 de enero, la alerta se elevó al nivel 2.