El año 2023 ha sido el más húmedo y cálido de las últimas seis décadas, con una temperatura media de 14,9 grados, «un valor tan alto que hace que el año se considere como extremadamente cálido».
Estos son algunos de los datos que se desprenden del balance climatológico anual elaborado por MeteoGalicia y del que ha informado este miércoles la vicepresidenta segunda y conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, junto al meteorólogo Juan Taboada.
La anomalía positiva registrada ha sido de 1,3 grados con respecto a los valores esperados. «Fue el año más cálido de las últimas seis décadas, al registrar la temperatura media más elevada desde 1961», ha remarcado.
Según la temperatura media registrada, de los 12 meses, tres alcanzaron valores normales –enero, febrero y julio–, 8 fueron considerados cálidos o muy cálidos –marzo, abril, mayo, junio, agosto, septiembre, noviembre y diciembre–, y octubre destaca «como extremadamente cálido».
A mayores, indican también que las temperaturas mínimas registraron una anomalía positiva de 1,2 grados con respecto a lo habitual y las máximas fueron 1,3 grados más elevadas de lo esperado.
En lo que respecta a las precipitaciones, el volumen de lluvias ha sido mayor de lo esperado, por lo que 2023 se considera un año muy húmedo. La precipitación media en la comunidad fue de 1.560 litros por metro cuadrado, lo que supone «un 21% más de lo que cabría esperar». Para encontrar un año más húmedo hay que remontarse al año 2000.
Febrero y mayo fueron muy secos; abril y julio, secos; enero, junio, octubre y noviembre, muy húmedos; marzo y septiembre, húmedos; y agosto y diciembre registraron valores normales.
Por su parte, Juan Taboada ha insistido en que ningún mes ha sido «frío»; algo que ya pasó en 2022. «Llevamos 25 meses, desde diciembre del año anterior, sin ningún mes frío. Es algo a considerar; estadísticamente es muy llamativo», ha comentado, tras lo que ha hecho referencia al efecto invernadero y la subida de temperaturas aparejada a él.
En cuanto a la lluvia, ha matizado que «ni llueve más ni menos», pero sí lo hace de una forma «diferente», «más desordenadas». Así, ha destacado que se producen periodos de inundaciones, pero ha recordado que en verano, por ejemplo, hubo alertas por sequía.
PRONÓSTICO PARA LOS PRÓXIMOS DÍAS
Por otra parte, el meteorólogo también se ha detenido en el pronóstico meteorológico para los próximos días. Este miércoles continuaremos bajo los efectos de la borrasca Irene, «que es bastante profunda y pasa muy cerca del litoral», por lo que deja una situación de temporal, con vientos fuertes de suroeste.
Empeorará por la tarde, ha avanzado, con lluvias que pueden ser puntualmente fuertes y con avisos en el mar de nivel naranja, que han sido amarillos el resto del día. Las olas pueden superar los cuatro metros y ya para la tarde-noche, los cinco metros.
El jueves será una jornada de transición hacia un anticiclón, con vientos de norte y noreste.
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