La portavoz nacional y candidata a la presidencia de la Xunta del BNG, Ana Pontón, ha reclamado este jueves a Xunta y Gobierno central que abandonen la «confrontación estéril» y el «pimpampum partidista» y que trabajen «mano a mano» para retirar los pélets plásticos del litoral de Galicia.
Así lo ha manifestado en declaraciones a los medios tras un encuentro con jugadoras del equipo de fútbol sala Burela-Pescados Rubén, en el municipio lucense, y ha reiterado que la limpieza de la costa debe ser ahora «la primera prioridad».
Pontón ha censurado el enfrentamiento político entre los gobiernos gallego y central, cuando deben trabajar «mano a mano» en la retirada de esos residuos contaminantes «que están llegando cada vez a puntos de la costa gallega».
Al respecto, ha incidido en que eso es lo que reclama la ciudadanía a las administraciones, en lugar de la «confrontación estéril», y ha advertido de que «el problema sigue ahí» y, dadas las previsiones, «pueden llegar más pélets en los próximos días».
«EL MISMO MANUAL» QUE PARA EL PRESTIGE
Además, Ana Pontón ha criticado que la Xunta actuó «tarde y mal» en esta crisis, adoptando una estrategia de «intentar buscar culpables». En ese sentido, ha lamentado «con mucha preocupación» que el gobierno del PP repite «el mismo manual» utilizado en la tragedia del Prestige: «primero negó el problema, luego intentó minimizarlo, después intentó responsabilizar a otras Administraciones y, por último, actuó con falta de transparencia, con opacidad y sin seriedad y rigor».
Por ello, ha reclamado al Ejecutivo de Alfonso Rueda que actúe con la máxima transparencia» y ha contrapuesto la forma de proceder del gobierno gallego a la de otros gobiernos autonómicos, como el vasco, «que sin tener ni un solo pélet en sus playas ya está activando los niveles de emergencia e intentando atajar el problema»
Finalmente, tras proclamar que éste es un momento en que los gobiernos deben «estar a la altura», ha reclamado a la Xunta «que se tome en serio el problema». Asimismo, ha constatado que ni la administración gallega ni la central supieron «calibrar la importancia del vertido» de este material y «tienen que rectificar y ponerse a trabajar».