El sindicato educativo ANPE ha presentado este miércoles el informe de su servicio del Defensor del Profesor en Galicia correspondiente al curso 2022/23, del que se desprende que el 57,61% de todas las peticiones de ayuda realizadas el pasado año académico fue por problemas psicológicos.

En total, el Defensor del Paciente recibió el curso pasado 92 contactos por parte de docentes. Por quinto año consecutivo, la demanda de ayuda psicológica ha superado a las restantes. Las peticiones de tipo administrativo han sido el 36,96%, cuando antes eran la amplia mayoría; y las de tipo jurídico fueron el 5,43%.

Este servicio de atención a docentes fue puesto en marcha por ANPE –principal sindicato educativo a nivel estatal– en el año 2006 y, desde entonces, se recibieron en Galicia más de 2.500 solicitudes.

Los datos del informe, presentados en rueda de prensa por el presidente de ANPE en Galicia, Julio Díaz, y el responsable del Defensor del Profesor, Julio Trashorras, no recogen los de la provincia de Ourense, porque tiene su propio servicio aparte, ni tampoco las llamadas de profesores gallegos que ejercen en otras comunidades.

La gran mayoría de las llamadas (60,87%) recibidas el curso pasado se corresponden con docentes de Educación Secundaria, porque se trata de un nivel obligatorio en el que se concentran alumnos en una «etapa complicada» que, además, en muchos casos «no quieren estar ahí».

También han destacado los sindicalistas que casi la mitad (47,83%) de las personas que contactaron con el Defensor del Profesor presentaban ansiedad. En cuanto a los motivos de la llamada por problemas con el alumnado, el 35,29% se debió a faltas de respeto y otro 27,15% con dificultades para impartir clase.

A raíz de todo ello, el Defensor del Profesor realizó diversas actuaciones, tales como ofrecer asesoramiento (60,87%), información legal (43,48%), asesoría jurídica (35,87%) o apoyo (31,52%).

Pese a que la cifra de 92 llamadas en un curso «no es muy elevada» en comparación a otras comunidades –aunque no se incluyen datos de Ourense–, ambos responsables de ANPE ha hecho una llamada a «no despistarse» porque todavía hay casos de gravedad en el ámbito urbano.

En este sentido, Julio Díaz ha recordado el caso de las cartas anónimas con amenazas que sufrieron tres profesoras del CEIP Antonio Magariños Pastoriza de Cambados (Pontevedra). En casos similares, ANPE recomienda acudir a la Guardia Civil, como fue el caso.

«INDEFENSIÓN» DE LOS PROFESORES

Las principales conclusiones que refleja el informe, a partir de estos datos, es que se produce «indefensión» del cuerpo docente, que cada vez está «menos valorado» por parte de la sociedad y cuyas decisiones son habitualmente «cuestionadas».

ANPE denuncia que las soluciones a estos problemas se encuentran con trabas burocráticas y que, en diversas ocasiones, los conflictos empeoran el estado anímico de los trabajadores, la calidad de la enseñanza e, incluso, provocan bajas médicas.

Asimismo, a preguntas de los periodistas, los representantes de ANPE han reconocido que en los últimos años los que «más aumentaron» fueron los problemas con los padres, ya que con los alumnos «siempre se manifestaron».

EL MÓVIL, UN PROBLEMA QUE «NO ES EXCLUSIVO» DEL COLEGIO

La rueda de prensa de este miércoles también ha servido para abordar el debate sobre si ampliar o no el empleo de los teléfonos móviles en los centros educativos. Galicia está entre las tres comunidades que prohíben su uso en horas lectivas, pero hace unos días el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se abrió a una posible flexibilización, aunque por el momento no hay ninguna propuesta oficial encima de la mesa.

Desde ANPE, su presidente en Galicia considera que el móvil puede tener «un uso pedagógico», igual que los ordenadores, y que «no se puede obviar» que los alumnos conviven con estos dispositivos, con Internet y con las redes sociales.

Julio Díaz ha recalcado que los ‘smartphone’ alteran también la propia vida familiar y ha insistido que la solución no pasa únicamente por el colegio. «Pedimos que no nos pueden responsabilizar ni una vez más a los docentes del manejo de estos dispositivos. Por mucho que los prohibamos en el ámbito escolar, debe haber un control parental», ha recalcado.

La problemática que generan los móviles y el uso de la tecnología entre los menores vienen de «una dinámica» que ahora es «muy difícil de cambiar», puesto que ya no es raro que un ‘smartphone’ sea un regalo de primera comunión.

«La educación de los alumnos no es exclusiva del colegio. Las familias no pueden inhibirse de sus responsabilidades», ha reiterado el presidente de ANPE Galicia.

¿JORNADA PARTIDA O CONTINUA?

Los representantes del sindicato también han hablado del debate abierto en otras comunidades autónomas sobre la vuelta a la jornada partida –mañana y tarde– en los centros escolares.

Díaz ha advertido que, por el momento, solo hay «estudios de parte» sobre la idoneidad de una u otra jornada. «Estudios serios no hay ninguno, porque si hubiese tendríamos que aplicarlo», ha añadido.

ANPE considera que volver al modelo partido solo es «beneficioso socialmente», por cuestiones de conciliación y no educativas, y ha señalado que los colegios no son «aparcamientos de niños».