Mariscadoras y ecologistas han entrado en las instalaciones de la mina de San Finx, en Lousame (A Coruña), para denunciar a través de esta «ocupación» la situación de «impunidad» de la que, dicen, se beneficia por la «dejadez» de la Xunta ante la compañía Tungsten San Finx y sus «continuados» vertidos de metales pesados.
La acción de protesta, en la que los participantes colocaron una pancartaba que rezaba ‘Stop impunidad minería’, tuvo lugar durante la jornada del lunes y contó con la participación de «varias docenas» de mariscadoras de la ría de Muros e Noia y miembros de Ecoloxistas en Acción y la plaforma vecinal contraria a la mina, según han informado sus promotores en un comunicado este martes.
Denuncian que en los últimos meses la mina ha vertido «50.000 litros por hora de aguas contaminadas con cadmio, cobre y zinc» mientras «la dejadez» de la Xunta permite que la compañía no acometa medidas para impedir esta situación, como el sellado de galerías de desagüe o la reinundación de la mina para «minimizar» la formación de drenajes ácidos.
Así pues, reclaman la «revocación inmediata» de la autorización de vertidos concedida a Augas de Galicia en enero «y que implicaría el vertido de casi 1.000 millones de litros anuales de drenajes de mina».
«La empresa carece de capacidad técnica y solvencia económica para poner en marcha una actividad que pondría en riesgo a miles de puestos de trabajo en la ría de Muros e Noia, situada a apenas 7 kilómetros augas abajo», han señalado.