Los 54 jóvenes migrantes que llegaron a Canarias desde la costa africana y desde este jueves se alojan en Sanxenxo (Pontevedra) se muestran «muy colaboradores y agradecidos» con el personal del Hotel Baixamar que les acoge.

El director del negocio, Jorge González, ha comentado ante los medios de comunicación que los ve bien de salud –no le consta que alguno llegase enfermo– pero «cansados» después de la dura travesía por el Atlántico.

«Estamos encantados de atenderlos, de recibirlos y de contribuir y aportar en lo que nos corresponda en esta labor», ha manifestado González, quien ha prometido acoger a estos huéspedes «de la mejor manera que podamos y sabemos». Aunque no ha podido precisarlo, estima que estarán alojados allí «sobre un mes».

Desde Canarias, llegaron en avión hasta el Aeropuerto de Barajas, en Madrid, y durante la madrugada de este jueves han viajado en autobús desde la capital hasta la localidad pontevedresa.

Poco antes de las 7,00 de la mañana han llegado al hotel, que ha abierto expresamente para ellos porque preveía estar cerrado entre el puente del Pilar (12 de octubre) y el de la Constitución (6 de diciembre). Allí, han recibido apoyo y acompañamiento por parte de la ONG Accem.

En la tarde de este jueves, un pequeño grupo de ellos deambulaban tranquilos y contentos por los alrededores del edificio hasta que ha empezado a llover. Aunque en un primer momento se hablaba de 350 personas que recalarían a Sanxenxo, hasta el momento han sido poco más de medio centenar. También este jueves, otros diez llegaban por la mañana a una pensión de Sobrado dos Monxes (A Coruña).

DESTACA «EL FOCO MEDIÁTICO»

Daniel Bóveda, responsable de Accem Galicia, explica a Europa Press que la llegada de migrantes a la Comunidad no es un hecho extraordinario para ellos, sobre todo después de la experiencia de la llegada de refugiados ucranianos, aunque en esa ocasión fue «más escalonado».

No obstante, sí reconoce como «cierto» que en la Comunidad gallega «es la primera vez» que se espera un grupo tan numeroso como consecuencia de la activación del plan estatal de acogida.

Bóveda insiste a Europa Press en que, para Accem, la llegada de migrantes subsaharianos «no es algo ajeno» y que «la única diferencia» de esta ocasión es «el foco mediático» que hay estas semanas.

Aunque rechaza generalizar, el responsable de la ONG ve a los 54 migrantes «cansados, como de costumbre». Cabe tener en cuenta que «la ruta migratoria hacia Canarias es de las más peligrosas del mundo», ya que, en lo que va de año, se ha cobrado la vida de cientos de personas.

Algunos de los jóvenes llegados a Sanxenxo «ya mostraron interés» en contactar con sus redes familiares y sociales. Además, aunque se espera que estén alrededor de un mes en este hotel, es «probable» que algunos se marchen de ahí en los próximos días porque, tal y como recuerda Daniel Bóveda, «son personas que no están privadas de libertad».

Otros, en cambio, podrán acudir a servicios jurídicos para solicitar algún sistema de protección internacional, ya que muchos huyen de sus países de origen «por motivos políticos, étnicos o incluso de orientación sexual».

En cualquier caso, los migrantes alojados en Sanxenxo se muestran «contentos» en las inmediaciones del hotel, ya que consiguieron atravesar un proceso migratorio «peligroso» para recalar en la costa gallega.

«Ahora, que empiecen a vivir en Europa, en España o, incluso, en Galicia», concluye el portavoz de Accem Galicia.

ALOJAMIENTO Y PENSIÓN COMPLETA

El Hotel Baixamar esperaba a los migrantes desde el día 1 de noviembre. Desde entonces, el negocio estaba preparado «al 90 por ciento» para su llegada, según ha comentado el director. Este jueves, día en el que han llegado, ya hay cinco personas trabajando para ofrecerles «alojamiento y pensión completa».

Jorge González ha reconocido ante los medios que el idioma es «una pequeña dificultad». No obstante, ha constatado la «muy buena disposición de todas las partes» para hacers entender. «Seguramente acabemos sacando todas las cuestiones con éxito y sin mayor dificultad. Los chicos, lo poco que he convivido con ellos esta mañana, son muy colaboradores y agradecidos. Todo es mucho más sencillo», ha subrayado.

El director del hotel ha insistido en que no se limitarán «a darles alojamiento y manutención», sino que también les darán «apoyo y cariño» como una «filosofía de vida». «A todos los seres humanos de bien nos gustaría, en un momento de dificultades, encontrarnos una mano amiga».