La sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña juzga este martes, 7 de noviembre, a un agente de la Guardia Civil por un delito continuado de hurto de unos 150 cartuchos de tinta de impresora en un almacén coruñés del cuerpo para revenderlos a través de una página web.
El fiscal pide un año y tres meses de prisión para este guardia civil, además de abonar al Servicio de Informática de la Jefatura de servicios Técnicos de la Subdirección General de Apoyo de la Guardia Civil la cantidad de 799,99 euros en la que se ha tasado los objetos sustraídos.
Según la acusación, el agente, nacido en 1959 y destinado al Grupo de Apoyo a las Tecnologías de la Información (GATI), se hizo con los cartuchos de impresora durante el primer trimestre de 2020. Posteriormente, los vendió a través de una página web por unos 800 euros.
El GATI tiene como cometido principal proporcionar todo tipo de apoyo logístico o asesoramiento que puedan precisar las unidades que conforman la comandancia de la Guardia Civil de A Coruña y la zona de Galicia en lo concerniente a medios tecnológicos, tales como ordenadores, monitores, teclados o impresoras, entre otros.