Las psiquiatras forenses que examinaron al acusado de haber asesinado a su vecina en la calle Zamora de Vigo, en octubre de 2022, Pablo P.V., han descartado que éste hubiera sufrido un trastorno mental transitorio cuando se produjeron los hechos, y han descartado cualquier patología psiquiátrica que hubiera influido en su capacidad de conocer la ilicitud de lo que hacía o en su capacidad para frenar su conducta delictiva.
Así lo han declarado en el juicio con tribunal de jurado que se sigue por estos hechos en la sección quinta de la Audiencia Provincia de Pontevedra (con sede en Vigo).
En su comparecencia, estas peritos han explicado que examinaron a Pablo pocas horas después del crimen, y también en una entrevista posterior, cuando ya estaba en prisión preventiva, un mes y medio después de los hechos.
De esas dos entrevistas, las forenses concluyeron que el procesado estaba «colaborador» y que no tenía ninguna patología psiquiátrica. También descartaron la sintomatología psicótica (alucinaciones, delirios, etc.) o condiciones depresivas.
No obstante, han referido que encontraron en este hombre «rasgos de personalidad narcisista», evidenciados por su «grandiosidad», «autoestima sobreelevada» o «cierta superioridad sobre los demás». Asimismo, han indicado que presentaba «cierta insensibilidad» en relación a los hechos que se le imputaban y que «en ningún momento mostró arrepentimiento».
A preguntas de la defensa, sobre la posibilidad de que el acusado hubiera sufrido un episodio de trastorno mental transitorio, debido a su mala relación con la víctima, las peritos han descartado ese extremo, ya que ese tipo de situaciones «tienen tal gravedad que requieren tratamiento», y Pablo P.V. presentaba buen estado general cuando fue examinado por los sanitarios tras su detención, y «no tenía alteraciones ni agitación».
SIN SIGNOS DE INTOXICACIÓN
Por otra parte, estas profesionales también han indicado que el análisis de orina realizado a Pablo P.V. horas después del crimen, cuando aún estaba detenido, no mostró intoxicación por alcohol o drogas, y que, pese a episodios de «ingesta puntual» de alcohol, «no tenía un problema de alcoholismo crónico ni patologías asociadas».
En la misma línea, han manifestado que, en sus entrevistas con el acusado, no apreciaron «lagunas de memoria», a pesar de que Pablo declaró ante el tribunal que solo recordaba haberle asestado una puñalada a la víctima (que presentaba tres cuchilladas, dos de ellas mortales).