La subdelegada del Gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez, ha destacado este martes en Mondoñedo el compromiso del Gobierno con la investigación, conservación y puesta en valor del patrimonio histórico lucense, con una inversión de 154.000 euros para realizar los trabajos arqueológicos de excavación de la necrópolis medieval localizada en el lugar de Combarro, en la parroquia de San Vicente de Trigás.
Estas actuaciones, financiadas con dos ayudas del Ministerio de Ciencia e Innovación a la Universidad de Santiago de Compostela (USC), están permitiendo desde el 1 de agosto que un equipo de expertos y profesionales documenten las condiciones y el estilo de vida de esta zona de A Mariña durante la época medieval.
Isabel Rodríguez se ha desplazado hasta Mondoñedo para conocer in situ los avances de la investigación, acompañada del alcalde del municipio, Manuel Otero; el coordinador del proyecto y profesor en arqueología medieval en la USC, José Carlos Sánchez; el arqueólogo municipal, Abel Vigo; y el propietario de los terrenos, Miguel Chao, además de los especialistas en arqueología, antropología e historia medieval que están trabajando en la necrópolis.
La representante del Ejecutivo en la provincia ha subrayado la importancia de estas investigaciones «para promover el conocimiento y la reflexión sobre nuestra historia como forma de profundizar en la cultura gallega». Igualmente, ha destacado el valor de esta actuación, cuyo impulso «pone de manifiesto la sensibilidad del Gobierno por la recuperación de vestigios de la historia de la provincia de Lugo, en este caso a través de un yacimiento que viene a dejar constancia de la importante presencia y actividad feudal en este territorio».
El equipo interdisciplinar que desarrolla los trabajos presentó a la subdelegada el progreso en esta primera fase del proyecto. La actuación en Combarro permitirá determinar el área de la necrópolis y documentar parte del conjunto funerario para, en futuras fases del programa, poder conocer como eran y como se relacionaban estas personas.
El conjunto funerario objeto de estudio es del siglo IX y se encuentra en una zona muy extensa, que se compone de diferentes espacios, centrándose estos días en los sondeos de tres zonas de análisis: el interior de la finca, el exterior y la parcela a un lado.
El terreno está actualmente cubierto de vegetación que en aquel momento no existía, pero la excavación ha permitido aflorar dos tumbas en la propiedad de Miguel Chao, una infantil, en muy buen estado de conservación; y otra de una persona adulta, deteriorada por el progresivo paso del tiempo. En estos días se iniciará el proceso de apertura de las tumbas para conocer las condiciones que presentan los restos óseos.
Por otra parte, fuera del solar, los profesionales llevaron a cabo dos sondeos en los que hallaron una posible zona de ocupación previa al cementerio, entre los siglos V y VII, con varias piezas de cerámica. La intervención se completará esta semana para determinar las estancias de dicho yacimiento. Una vez finalizado el trabajo de campo, todos los restos recuperados se llevarán la un laboratorio para ser analizados y documentados.