La sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha condenado en conformidad a un total de 21 personas pertenecientes a cuatro clanes familiares residentes en el poblado chabolista de O Vao de Abaixo, en Poio (Pontevedra), que aceptaron penas de entre dos y cinco años de cárcel por tráfico de drogas después de llegar a un acuerdo con la Fiscalía.
En virtud de ese pacto alcanzado con el Ministerio Público, las matriarcas de los grupos de ‘La Coneja’, ‘Los familiares’, ‘La Joaquina’ y ‘La Magdalena’ asumieron condenas de tres años y medio de prisión.
Los 21 acusados accedieron a la sala de vistas por grupos divididos por clanes. Inicialmente eran 22 las personas procesadas, pero una de ellas falleció.
A lo largo de la mañana de este jueves el Fiscal estuvo negociando el acuerdo con los abogados de la defensa concediendo una rebaja en su petición inicial de penas a cambio del reconocimiento de los hechos.
Entre otras circunstancias, los letrados alegaban que a día de hoy ya no se vende de droga en O Vao de Abaixo. El fiscal Antidroga, Pablo Varela, también tuvo en cuenta que muchos ya permanecieron entre 7 y 14 meses en prisión provisional.
Ahora el tribunal dictará sentencia en los términos acordados entre las partes y esta será firme, de modo que contra ella no se podrá interponer recurso.
SISTEMA TURNISTA
Fiscalía pedía incialmente penas de entre cinco y seis años de cárcel para los 22 procesados por delitos de tráfico de drogas e integración de grupo criminal agravados para diez de ellos por reincidencia.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, todos ellos formaban parte de cuatro clanes compuestos por distintas familias que, al menos entre septiembre de 2017 y 2018, operaban en el poblado chabolista para abastecer a los toxicómanos que se acercaban a O Vao para obtener sus dosis de heroína y cocaína.
Así, el clan de la Coneja, el de los Familiares, el de la Joaquina y el de la Magdalena se turnaban para atender la demanda de personas que viajaban hasta el poblado. Así, cada semana correspondía a uno de los cuatro grupos el control del negocio.
Para ello, cada clan disponía de una chabola dedicada a la atención de los toxicómanos y despacho de los estupefacientes. Dentro de las estructuras familiares existían roles que iban desde la adquisición de la droga al trato con los clientes a la vigilancia o el cuidado de las chabolas donde los toxicómanos podían consumir las drogas que acababan de comprar.
Fiscalía sostiene que esta dinámica delictiva «sostenida y estructurada» se evidencia de que los cuatro clanes compartían un espacio físico común para desarrollar su actividad criminal y, además, la presentación de los estupefacientes era homogénea, con los envoltorios de plástico anudados en forma de corbata.
A lo largo de 14 meses desde octubre de 2017, la Guardia Civil realizó varias intervenciones en el poblado en las que se incautó de droga, dinero en efectivo y otros enseres de los supuestos miembros de los cuatro grupos criminales que controlaban el mercado de la droga en el poblado de O Vao.