Decenas de personas se han concentrado este martes en la Praza do Toural de Santiago para protestar contra el uso de la terapia de electroshock, como la que está recibiendo un joven de Arzúa ingresado en la unidad de psiquiatría del Hospital de Conxo, algo a lo que se opone su familia.
El presidente de la Asociación de Pacientes y Usuarios del CHUS (Complejo Hospitalario Universitario de Santiago), Fernando Abraldes, ha denunciado ante los medios de comunicación que Iván entró en el centro psiquiátrico de Conxo «completamente consciente» y que «no quería ser tratado con terapia de electroshock».
De esta manera, ha señalado que «estando ya ingresado el joven tuvo capacidad para decidir su abogado y procurador, pero se le quita la capacidad de decidir sobre su salud y su cuerpo» y que esto «es una inconcluencia». Por ello, ha subrayado que «se está atentando contra derechos fundamentales».
Abraldes ha apuntado que en Galicia los electroshocks «se están aplicando a unas 3.000 personas», pero «no lo hace en todo el territorio». Así, ha señalado que áreas sanitarias como la de Lugo o Ourense no permiten el uso de esta herramienta «por cuestiones éticas».
Asimismo, ha señalado que este caso «no es el único» en el Hospital de Conxo y ha recalcado que este tipo de tratamiento «no cuenta con soporte científico» y «puede producir daños en la memoria y lesiones cerebrales».
Sobre la situación del joven de Arzúa ha apuntado que «parece ser que ya le dieron la séptima sesión» y «esperan darlo de alta dentro de poco, en dos o tres días». Abraldes ha insistido en que «hay otras alternativas» que requieren «otros medios psicológicos, acompañamiento y tiempo», pero que eso «no se quiere hacer porque el electoschok es mucho más fácil y barato».
INGRESO JUDICIAL POR «RIESGO ELEVADÍSIMO» DE SUICIDIO
El joven, de 30 años y originario de Arzúa, permanece ingresado desde principios del mes de febrero en la planta de Psiquiatría del Hospital de Conxo tras ser atendido por un cuadro psicótico. Dada su situación, evaluada por los psiquiatras en el hospital, y ante el «altísimo riesgo para su vida» que supone la «grave patología» que padece, recoge un auto emitido por el juzgado número 6, se determinó su ingreso judicial en el Hospital de Conxo, así como que se le aplique un tratamiento de electroshock. La familia del joven ha manifestado su oposición a este tratamiento y su deseo de que el paciente sea dado de alta.
En el auto, el juez llama la atención sobre que el joven padece una «patología grave» que supone un peligro para su propia vida, dado que persiste en la actualidad «sintomatología psicótica activa», y que, a mayores, no es «consciente de su trastorno mental y de la necesidad del tratamiento pautado», por lo que se encuentra «imposibilitado» para «decidir en el momento actual».
El juez, que se basa en los informes de psiquiatría del hospital, así como en una evaluación forense por parte del Imelga y en un reconocimiento judicial del joven, establece que existe «un riesgo grave e inminente para la integridad física del paciente de ser autorizada su alta hospitalaria y su traslado al centro propuesto por el progenitor», que es «manifiestamente inadecuado de manera objetiva para el tratamiento que precisa».
Sobre el tratamiento propuesto por su psiquiatra, el auto recoge que, desde el ingreso, se han intentado, sin éxito, «cinco tratamientos orales alternativos» y que los especialistas consideran que la terapia de electroshock está «absolutamente justificada». El joven ya ha recibido algunas de las sesiones programadas.