La huelga indefinida de letrados de la Administración de Justicia ha obligado a suspender el juicio contra un hombre acusado de abusar sexualmente de su hija, entre su niñez y adolescencia, desde los siete y hasta los dieciséis años, entre 1996 y 2006.
La vista estaba prevista que se llevase a cabo en la Audiencia Provincial de Ourense esta misma mañana, pero se ha tenido que aplazar sin nueva fecha.
Los hechos habrían ocurrido entre 1996 y el año 2006, en los que la víctima era menor de edad, aunque interpuso la denuncia en octubre de 2018 cuando ya tenía 29 años.
Más de cuatro años después y tras un largo proceso que la abogada califica como «arduo», señalando que no tuvo respaldo de la Fiscalía, que pedía el sobreseimiento del caso por la prescripción del delito, la acusación había logrado la apertura del juicio oral para esta semana.
FISCALÍA ENTIENDE QUE PRESCRIBIERON
El Ministerio Público entiende que los hechos son constitutivos de un abuso sexual y que, conforme a la legislación vigente, «están prescritos», mientras que la acusación particular que ejerce la víctima acusa por agresión sexual y pide 27 años y medio de prisión porque «hubo violencia psicológica y presión coercitiva que intimidaba a la denunciante».
La abogada lamenta que la Fiscalía «no estudió el relato minuciosamente» porque asegura que «hubo un primer delito de agresión sexual con acceso carnal y después la agresión continuó con intimidación» y que, a lo largo de todo el proceso, «no hubo la diligencia y el pararse suficiente y detalladamente para ver que había margen para no considerarlo prescrito».
«Ha sido decepcionante porque se reiteró y se alegó que había intimidación y aún así se consideró que al no haber violencia física en cada una de las invasiones sexuales, como no mediaban golpes, ya no se podía considerar agresión sexual», ha insistido la abogada.
Además, lamenta que «el clima de intimidación, a ojos del Ministerio Fiscal, no era suficiente y por tanto, considera que hay abuso y no agresión interesa el sobreseimiento».
Es por ello que dice que se han visto «tirando en solitario en un asunto en el que entendemos que deberíamos haber tenido el apoyo del Ministerio Fiscal».
La denunciante y la abogada interpusieron hasta 15 recursos para que la gravedad de lo ocurrido se juzgase como agresión y aseguran que hay testigos que pueden relatar cómo la menor «se orinaba ante miradas desafiantes de su progenitor, no solo en la niñez sino también siendo adolescente».
«Tal era el nivel de pánico que así lo exteriorizaba, no se puede negar el clima de intimidación», sostiene.
Así las cosas, el juicio queda aplazado hasta nueva fecha debido a la huelga indefinida que comenzó el pasado 24 de enero y que, desde entonces, ha obligado a suspender miles de juicios con un seguimiento diario que ronda el 70%.