El aguilucho cenizo, una rapaz migratoria muy ligada a los ambientes agrarios y que tiene presencia en Galicia, ha sido elegida por votación popular como Ave del Año de SEO/BirdLife en 2023 por su declive poblacional y amenazas de conservación.
Esta ave ha recibido 3.187 votos para alzarse con el título, frente al alimoche común, que obtuvo 2.355 votos, y la ganga ibérica, que logró 2.105 votos. Todas estas especies encuentran amenazadas y, por tanto, incluidas en el Libro Rojo de las Aves de España y en el III Atlas de las Aves en Época de Reproducción en España. Además, son ya 33 las especies que han sido elegidas Ave del Año de SEO/BirdLife.
Sobre la elección de esta ave, que está catalogada como especie vulnerable en España y representa la singularidad y el valor ecológico de los ambientes agrarios cerealistas donde habita, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, ha señalado que ayudará a «concienciar a la a los políticos, a los agricultores y a la ciudadanía en general de la importancia de conservar los campos con vida».
«Para el aguilucho cenizo es necesario encontrar soluciones conjuntas que eviten la destrucción de nidos durante la época de siega y aseguren el mantenimiento y apoyo a los sistemas de explotación agrícolas más respetuosos con la biodiversidad. Debemos garantizar políticas y ayudas que conserven a los aguiluchos y a los agricultores que los tienen en sus tierras», ha subrayado en un comunicado de la organización.
Asimismo, ha aseverado que esta especie representa «algo extremadamente importante», que «la protección legal de una especie no es suficiente». «El mensaje que nos lanza el aguilucho cenizo es que no basta con proteger, hace falta actuar para conservar. Y que conservar es una oportunidad para asegurar el futuro de las comunidades locales que viven en, de y por el campo», ha advertido.
Esta rapaz migratoria pasa los inviernos en África y se puede ver por la península Ibérica sobrevolando los amplios campos abiertos desde primavera hasta finales del verano. En concreto, depende «estrechamente» de las grandes extensiones cultivadas de trigo y cebada, donde instala los nidos. A cambio de alojarse en los cultivos, elimina ingentes cantidades de topillos, ratones, langostas, pequeños reptiles y aves granívoras, que constituyen sus presas habituales.
No obstante, se encuentra rodeado de numerosas amenazas, entre ellas la intensificación agraria, que supone la destrucción de sus nidos y polluelos por las cosechadoras, o el uso de plaguicidas, que también afecta a la especie al disminuir el número de presas.
Las transformaciones de los cultivos de cereal de secano a regadíos o leñosos, las prácticas agrícolas intensivas, la reducción de linderos y barbechos y, especialmente, la recogida temprana de las cosechas está afectando también «muy gravemente» a esta especie, que sufre a la vez una persecución a causa de ser una especie que depreda puntualmente sobre especies cinegéticas.
DECLIVE DE LA ESPECIE
SEO/BirdLife ha alertado al respecto que, de acuerdo con el último censo de 2017, si se compara el tamaño de población obtenido en 2017 (4.269-5.360 parejas) con el de 2006 (5.818-6.934), se observa que se han perdido cerca de 1.500 parejas, lo que representa un declive de entre el 23 y el 27% solo en una década.
Dentro de su área de distribución los mayores declives se han observado en Galicia, Andalucía, Extremadura, Madrid o País Vasco. En general, se observa un fuerte y generalizado descenso en la mitad occidental del territorio donde habita esta especie.
Según los datos del último censo estatal, España constituye el país europeo más importante para la especie a nivel numérico, seguido por Francia o Polonia. De este modo, España tiene una gran responsabilidad en la conservación de esta especie a escala global y debe actuar en consecuencia, ha avisado la organización ecologista.
Por todo esto, SEO/BirdLife ha asegurado que llevará a cabo diversas acciones en 2023 para proteger a esta especie. Así, participa en el Grupo Ibérico de Aguiluchos (GIA) através de varios de sus grupos locales, como SEO-Segovia, SEO-Sierra Norte de Madrid y SEO-Salamanca.
Además, aprovechando el arranque de un nuevo periodo de la PAC, la organización solicitará a las comunidades autónomas que adopten medidas agroambientales específicas para zonas de interés del aguilucho cenizo.
En este contexto, aboga por proporcionar medios, fondos y medidas de compensación a los agricultores para llevar a cabo la conservación con actos como proteger los nidos durante las labores de la cosecha. También, demanda medidas específicas ligadas a los usos agrícolas en los cultivos de cereal como el retraso de la cosecha, la conservación de linderos o eriales y el desarrollo de medidas que permitan la conservación de barbechos gestionados para fomentar la biodiversidad en al menos un 10% de la superficie de cultivo.
LAS INFRAESTRUCTURAS, UNA AMENAZA
Por otro lado, SEO/BirdLife mantendrá su línea de renovables responsables y trabajará para que no se implanten proyectos eólicos y fotovoltaicos o de nuevas líneas eléctricas en los territorios clave para la especie, así como prohibición del desarrollo de cualquier infraestructura en las zonas más sensibles para la misma.
En las centrales eólicas ya instaladas en las zonas donde habita la especie, la ONG reclamará establecer periodos de parada en la época reproductora, valorando la posibilidad de la paralización total de la actividad durante los meses en que la especie se encuentra en España.
Además, se revisará la situación actual de catalogación de la especie a escala autonómica para solicitar los cambios en los casos necesarios, como el de Extremadura, donde la especie debería pasar de Sensible a En Peligro de Extinción.